Investigadores del Instituto de Neurobiología de la UNAM han estudiado el efecto del yodo molecular para pacientes con cáncer, podría evitar las quimioterapias
Regeneración, 21 de marzo 2019. Investigadores del Laboratorio de Metabolismo Energético del Instituto de Neurobiología de la Universidad Nacional Autónoma de México (INB), encabezado por las doctoras Carmen Aceves Velasco y Rocío Brenda Anguiano Serrano, se encuentran estudiando desde hace 15 años el efecto antiproliferativo, diferenciador y apoptótico del yodo molecular (I2) y de compuestos yodados (por ejemplo, las hormonas tiroideas y lípidos yodados) en algunos órganos y tejidos ‘que lo atrapan’ como las glándulas mamaria y tiroidea, la próstata, el ovario y el tejido nervioso.
Carmen Aceves detalló que la obtención de dos patentes para uso humano, en colaboración con estudios de las facultades de Veterinaria de la UNAM y de la Universidad Autónoma de Querétaro (UAQ), han hecho más eficaces las terapias de sus mascotas, quienes tienen más incidencia de cáncer mamario, incluso supera a la de los seres humanos.
También señaló que en colaboración con dependencias del sector salud del estado de Querétaro, desde hace más de cinco años, se desarrollaron protocolos clínicos para analizar el suplemento del yodo molecular en las terapias convencionales contra patologías mamarias y prostáticas.
Los resultados han arrojado que en pacientes con cáncer de mama el yodo molecular reduce la proliferación y vascularización tumoral y su acción impide el desarrollo de quimioresistencia, lo que se traduce en tratamientos más eficaces.
Las características antioxidantes del yodo, disminuyen los efectos secundarios de los fármacos y mejoran la calidad de vida de las pacientes. Dicha característica antioxidante ha permitido su uso en padecimientos benignos como la hiperplasia prostática o la fibrosis mamaria, cuya disminución de la inflamación ha mejorado considerablemente los síntomas.
Evitar el uso de quimioterapias agresivas
Algunos estudios que han realizado en células tumorales del sistema nervioso, como el neuroblastoma, han mostrado que el suplemento de (I2) en adición con ácido retinoico sensibiliza a las células a este último componente, esto permite la diferenciación celular e induce la muerte por apoptosis. Los hallazgos permitirían proponer estudios en niños donde se presentan el 90% de estos tumores para su tratamiento sin el uso de quimioterapias más agresivas.
El yodo molecular es un elemento natural que ayuda a mantener la integridad de varios órganos con capacidad de absorberlo. Su ingesta a concentraciones moderadas es segura, sin efectos secundarios y de bajo costo. Sin embargo se recomienda siempre ingerirlo bajo supervisión médica.
¿Cómo funciona el yodo?
Los estudios, dados a conocer en varias publicaciones científicas, demuestran que los efectos antineoplásicos del (I2) se dan principalmente en células tumorales, lo cual mantienen sin daño a las células normales del organismo. Los mecanismos de acción involucran mecanismos directos o indirectos.
Entre los efectos directos se encuentran las propiedades oxidantes/antioxidantes del (I2) interrumpen el potencial de membrana de la mitocondria y desencadena la apoptosis (o muerte celular programada).
Los efectos indirectos son a través de la formación de un lípido yodado conocido como 6 yodolactona (6-IL) que activa el receptor activado por peroxisomas tipo gamma (PPARg, por sus siglas en inglés). El complejo 6-IL/PPARg promueve la apoptosis, la disminución de factores relacionados con la formación de vasos sanguíneos y de metástasis y, en algunos casos, induce la diferenciación celular.