Embargo de Estados Unidos afecta a beisbolistas cubanos

El diario oficial cubano, Granma señaló que el embargo de Estados Unidos impide la contratación de beisbolistas cubanos para las Grandes Ligas 

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29 de septiembre de 2014.-«Ese cuerpo legal sin asidero en el propio pueblo norteamericano, no le permite contratar a cuanto pelotero cubano quisiera», señaló Granma en un artículo firmado por su subdirector, Oscar Sánchez.

Los beisbolistas cubanos que quieren jugar en ligas mayores de Estados Unidos (MLB, en inglés) «están privados de una relación normal, como la que tienen hoy con esa organización más de 240 atletas de 16 naciones que intervienen en el torneo élite de Estados Unidos. En otras palabras, eres elegible si renuncias a Cuba».

Según Granma, la obligación de dejar Cuba y establecerse como agente independiente en otro país para poder ser contratado «tiene el miserable objetivo de convertirnos a los héroes en traidores y para ello se destinan sumas millonarias. Cualquier parecido con la guerra no convencional no es pura coincidencia».

«Son más de diez los peloteros cubanos que actúan en la MLB con excelentes resultados, como el cienfueguero José Dariel Abreu, con 36 jonrones, 107 impulsadas y 317 de average, además de ser el primero en slugging, con 581», precisó el periódico oficial.

Granma se abstiene de mencionar la actuación de los cubanos en las MLB, aunque si lo hace con beisbolistas contratados en otros países, como en la liga japonesa.

Sin embargo, el académico y ex diplomático Jesús Arboleya señaló en un reciente artículo en el blog progresosemanal.us, que los empresarios del béisbol estadounidense también son afectados por ese sistema de contratación de cubanos que impone el embargo, pues les hace pagar fabulosos contratos.

«Los cubanos aparecen como ‘agentes libres’, una condición que por lo general solo obtienen los peloteros norteamericanos y latinoamericanos después de que se vencen sus contratos originales», explica.

Añade que «la puja se torna entonces disparatada y esto explica algunos de los sueldos fabulosos que reciben estos atletas –y sus ‘representantes’– cuando su calidad despierta el interés de varios equipos, afectando al resto de los peloteros, que varias veces han reclamado al respecto».

«A nadie debe sorprender la calidad de los peloteros cubanos. Sorprende más que los hábiles empresarios norteamericanos no acaben de comprender que no es un buen negocio ‘robarse’ a los peloteros cubanos. Pero quizá ya lo sepan, y lo que ocurre es que también son víctimas de la insensatez de la misma política» del embargo a la isla, concluye.