Ordena la Profepa cinco medidas de urgente aplicación en El Oro
El escurrimiento que causó empresa de Grupo México es el accidente ecológico más grave en la historia de Sonora
: experto
13 de agosto, 2014.-El diario La Jornada dio a conocer que en el municipio El Oro, Durango, ocurrió otra emergencia ambiental en una mina, ya que la presa de jales de la empresa Proyecto Magistral derramó alrededor de 2 mil metros cúbicos de agua con cianuro al arroyo La Cruz, informó la Procuraduría Federal de Protección al Ambiente (Profepa).
Apenas el jueves pasado de la mina Cananea del Grupo México, en la localidad del mismo nombre en Sonora, escaparon 40 mil metros cúbicos de ácido sulfúrico, lo que ocasionó contaminación en seis municipios, ya que ese líquido se desbordó de las presas de jales y autoridades de la Comisión Nacional del Agua (Conagua) determinaron la suspensión de extracción de agua de pozos de la cuenca del río Sonora.
El derrame en El Oro ocurrió el domingo por la mañana, luego de que durante toda la noche llovió lo que provocó que la presa de jales –depósito al aire libre donde se disponen las aguas residuales que se utilizan en el proceso minero– se sobresaturó y derramó parte de esta solución tóxica, la cual corrió por la tierra hasta llegar al arroyo La Cruz que a su vez se conecta al río Magistral. Tanto el arroyo como el río son áreas donde los animales, principalmente el ganado bovino, acude a beber agua.
Los pobladores del ejido Magistral reportaron la muerte de dos vacas que aseguran acudieron a beber agua al arroyo y minutos después murieron. Hasta el momento no se tiene más reportes de animales que hayan muerto por esta misma razón.
En un comunicado la Procuraduría Federal de Protección al Ambiente (Profepa) explicó que al seguir el escurrimiento su cauce se incorporó al arroyo La Cruz, que se conecta con el arroyo Magistral, y afectó 400 metros cuadrados de suelo natural.
La delegación de la Profepa acudió a la zona y ordenó cinco medidas de urgente aplicación para la reparación de los daños ambientales, además de iniciar el procedimiento administrativo correspondiente contra la empresa. Entre las medidas ordenadas están realizar la caracterización de los jales y agua cianurada depositados en su actual presa de jales; colocar una geomembrana en todo el perímetro que abarca la presa de jales actual para prevenir que el agua cianurada tenga contacto con el suelo natural. También tendrá que levantar la cortina contenedora de la presa de jales hasta una altura de 3 metros, así como utilizar la galería de inspección y presa de demasías únicamente como drenaje pluvial.
La empresa, que luego de 40 años comenzó a operar a finales de 2013, deberá presentar a la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales un proyecto de modificación de su proceso y la presa de jales, y ante la Profepa una propuesta técnica con acciones adicionales a las medidas impuestas para disminuir el nivel de agua de la presa de jales.
El cianuro es un elemento cancerígeno, que en la naturaleza es persistente y tarda años en eliminarse, explicó Sinaí Guevara, coordinadora de la campaña de Tóxicos de Greenpeace.
En tanto, el ácido sulfúrico que se vertió al río Sonora, de acuerdo con reportes de Conagua, estaba mezclado con otros componentes como fierro, cadmio y aluminio, compuestos persistentes que tardan años en desaparecer, añadió. La población lleva varios días expuesta a estas sustancias, señaló.
Una vez más, dijo, se paga por contaminar y se habla de que habrá remedio, pero será superficial, y las multas por muy altas que sean no van a pagar el daño que esta contaminación va a dejar a las comunidades. Esto también evidencia la falta de transparencia, ya que hay diferentes versiones sobre la eficacia con que se actuó”.
*Ulises Gutiérrez Ruelas Corresponsal
Hermosillo, Son., 13 de agosto.
La contaminación provocada por el derrame de más de 40 mil metros cúbicos de solución de ácido sulfúrico a los ríos Sonora y Bacanuchi, de la empresa Buenavista del Cobre, propiedad de Grupo México, podría ser considerado el accidente ecológico más grave ocurrido en la historia de la entidad, consideró Jaime Varela Salazar, maestro emérito de la Universidad de Sonora.
El académico del Departamento de Ingeniería Química y Metalúrgica dijo que la situación es de emergencia en tanto no se tengan resultados confiables del contenido de metales pesados en el agua de dichos cauces, por lo que la población debe abstenerse de tomarla y consumir sólo el que las autoridades les proporcionan mediante pipas y en garrafones.
Alertó que muchos de los metales contenidos en el agua (sulfato de cobre acidificado) están en concentraciones altamente dañinas a la salud de las personas, las plantas, los animales y todo microorganismo con el que tenga contacto. Hizo referencia a los niveles de metales pesados en el líquido, dados a conocer por las autoridades federales el lunes, y subrayó que algunos, como los del cobre, son demasiado preocupantes, pues registra casi tres veces una concentración por arriba de lo permitido.
El especialista expuso que el consumo de cobre afecta al hígado y los riñones; el arsénico, perjudica el organismo en personas diabéticas; y el fierro, en altas concentraciones, provoca enfermedades de la sangre.
Varela Salazar mencionó que la contaminación en el lecho de los ríos Sonora y Bacanuchi se irá diluyendo paulatinamente con el paso del tiempo, las lluvias y la misma corriente de agua, pero mientras hay que tener mucho cuidado en no tomar agua.
La Comisión Nacional del Agua (Conagua) informó en un comunicado que el cierre de pozos de la cuenca del río Sonora y la restricción de toma de agua en un área de 500 metros a los costados del lecho, continuará en tanto los resultados de medición de calidad del líquido determinen que no hay riesgos.
Este miércoles el titular de la Secretaría del Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat), Juan José Guerra Abud; el titular de Protección Civil, Luis Felipe Puente, y el director de la Conagua, David Korenfeld realizaron un recorrido por la zona afectada, acompañados por el gobernador Guillermo Padrés Elías.
Luego de la inspección y de una reunión del Comité de Atención a la Emergencia, Guerra Abud encabezó una conferencia de prensa en la que reconoció que Buenavista del Cobre, con sede en Cananea, no reportó el derrame y dio información incorrecta a las autoridades, pues argumentó que el percance se presentó por las lluvias torrenciales y la Conagua informa que en esa zona hubo cero precipitaciones.
Analizan pedir declaratoria de desastre
Padrés Elías propuso al titular de la Semarnat analizar la posibilidad de que se emita una declaratoria de desastre ante la emergencia que se vive en perjuicio de 22 mil habitantes de los municipios de Cananea, San Felipe, Arizpe, Aconchi, Banamichi, Ures y Baviácora.
Mientras las autoridades se encontraban reunidas en Hermosillo, ciudadanos de los siete municipios afectados expresaron su inconformidad en las redes sociales.
Acusaron que Grupo México, de Germán Larrea, publica desplegados y comunicados en los que sostiene haber apoyado a las comunidades perjudicadas, lo cual no es cierto.