El médico Blas Juan Godínez fue secuestrado por un grupo de hombres armados que irrumpió en su domicilio y disparó contra puertas y ventanas para llevárselo por la fuerza.
Regeneración, 11 de noviembre de 2017.- La madrugada del jueves 9 de noviembre, el médico Blas Juan Godínez fue secuestrado por un grupo de hombres armados que irrumpió en su domicilio y disparó contra puertas y ventanas para llevárselo por la fuerza.
De acuerdo con su familia, existen dos líneas de investigación, la primera que apunta a que los delincuentes lo raptaron para que los ayudara a atender a sus heridos, pues en la región se han registrado varios enfrentamientos entre bandas criminales y la otra, que podría tratarse de una venganza por ofrecer servicio de comedor a elementos de la Policía Estatal, ya que el médico es propietario de un restaurante en el que comen los agentes policiacos estatales destacamentados en la zona.
En conferencia de prensa, el hijo del médico señaló que “en la misma noche también fue secuestrado el propietario del otro restaurante en donde dan servicio a los oficiales”.
Además, también dijo que tienen conocimiento de que otros médicos de la comunidad han sido secuestrados para que atiendan a los heridos después de algún enfrentamiento entre criminales, pero cuando eso sucede, los grupos del crimen organizado permiten avisar a sus familias que están bien y que habrán de volver tan pronto curen a los lesionados, cosa que no ocurrió en este caso.
El hijo del médico, también de nombre Blas Godínez, aseguró que la intención de los criminales es que los pobladores de la comunidad tengan miedo de ofrecer cualquier servicio a las corporaciones policiacas que fueron enviadas a atender la ola delictiva de la zona, la cual, al menos en las dos últimas semanas ha dejado unas 6 casas incendiadas y más de 10 vehículos incinerados.
Este viernes, de manera simultánea, estudiantes de Medicina de la Universidad Autónoma de Juárez y de la Universidad Autónoma de Chihuahua realizaron protestas pacíficas para exigir a las autoridades del estado que garanticen la seguridad de los médicos pasantes que realizan su servicio social en la región serrana y en el noroeste del estado.
Los estudiantes demandaron mejores condiciones de seguridad y, ante ello, la Secretaría de Salud emitió un posicionamiento en el que señaló: “A pesar de ser retirados los pasantes en unidades médicas como la de Gómez Farías, no se suspenderá la prestación de los servicios médicos. Se revisa la reasignación de los prestadores de servicio social en esa y otras zonas del estado para que no se afecte este procedimiento dentro de la formación de los estudiantes universitarios”.
Con información de El Universal