El mundo apagó ayer la luz durante una hora, por décimo año consecutivo, para recordar con La hora del Planeta que la lucha contra el cambio climático y el despilfarro energético representa uno de los mayores desafíos para la humanidad en el siglo XXI.
Regeneración, 26 de marzo de 2017.- Fue hace diez años, en 2007, que en Sydney comenzó una campaña global llamada “La hora del Planeta” (o “Earth Day” en los países de habla inglesa) impulsada por el Fondo Mundial por la Naturaleza (WWF por sus siglas en inglés) para concienciar y luchar contra el cambio climático. La acción es sencilla y simbólica: se trata de apagar la luz durante una hora.
Más de 150 países participaron en la iniciativa de La Hora del Planeta promovida por la ONG ecologista Fondo Mundial por la Naturaleza, que ha conseguido establecerse como una cita clásica en el comienzo de la primavera y como la acción global más importante a favor del medio ambiente.
En esta edición múltiples edificios emblemáticos del mundo se sumaron a la iniciativa. Fue el caso del Kremlin de Moscú, capital del país que 2017 celebra el “Año de la ecología” según un decreto ley del jefe de Estado, Vladímir Putin. En el resto de la Tierra también se apagaron las iluminaciones de la sede de la ONU, el Empire State de Nueva York o la Sagrada Familia en Barcelona.
Esta acción empezó en Sidney, donde muchos edificios del puerto apagaron sus luces, después de Australia las luces fueron extinguiéndose a través de Asia, donde el skyline de Hong Kong se oscureció, mientras que en la pagoda más grande de Birmania, Shweddagon, 10 mil lámparas de aceite se encendieron para brillar por la Hora del Planeta. En Beijing, la sede de la televisión china también se quedó a oscuras.
La causa del clima ha avanzado, indicó WWF, alertando que, la emergencia ahora es aún mayor. “Lanzamos la Hora del Planeta en 2007 para mostrar a los dirigentes que los ciudadanos se preocupaban por el cambio climático” causado por la combustión del carbón, el petróleo y los gases de automóviles y plantas de energía, expresó Siddarth Das, director de la iniciativa. Añadió que “ese momento simbólico es ahora un movimiento mundial”.
Con información de: El Universal y Vanguardia