Jimmy Morales, conocido cómico, asumió la Presidencia de Guatemala entre voces disidentes y movilizaciones.
El nuevo mandatario de Guatemala, Jimmy Morales, iniciará su mandato en medio de la expectativa de la población que espera que ponga fin a la corrupción y responda a otras necesidades urgentes.
En septiembre pasado el antiguo presidente de Guatemala, Otto Pérez Molina renunció a su cargo luego que miles de personas salieran a las calles a exigir su renuncia por su participación en la red de fraude aduanero conocida como La Línea y por la corrupción que carcome al País.
Por el caso, otras 28 personas fueron encarceladas, entre ellas la ex vicepresidenta, Roxana Baldetti.
Luego asumió el cargo Alejandro Maldonado, quien fungió como presidente interino hasta hoy, que Morales tomó el poder.
Al respecto hablaron Daniela Castillo y Valeria Jerez, periodistas guatemaltecas quienes participaron en el movimiento que en septiembre propició la renuncia de Pérez Molina.
“La gente está mucho más despierta y alerta que antes. Le están dando el beneficio de la duda a Jimmy, pero al primer error estoy segura que saldrán a las calles de nuevo”, dijo Castillo.
“Considero que hicimos un gran paso al unirnos todos este año”, continuo Jerez, “pero creo que el hecho que Jimmy Morales haya quedado como presidente fue retroceder tres pasos”.
Pero no pierden la esperanza, para Castillo, lo que viene es seguir presionando para que se cumplan “los objetivos que no se cumplieron durante el movimiento siguen vigentes”.
Uno de ellos es la reforma a la ley electoral, otro es lograr que se lleven a cabo todos los ante juicios que se le pusieron a los diputados que fueron parte de la red de corrupción.
A decir de las entrevistadas, el nuevo presidente, Jimmy Morales está más ahí por la desilusión de los electores y porque «fue lo suficientemente astuto como para vender su imagen y ganar votos con el fundamento de que ‘no tiene antecedentes de corrupción’”, que por su verdadera capacidad como estadista.
En tanto, dijo Castillo, la gente ya no tiene miedo de denunciar ni de tomar las calles, pues desde la revolución del 44 no se había visto tanta participación.
“Pienso que todos los políticos tuvieron una lección de que ahora ya no se podrán ensuciar en negocios corruptos porque todos están bajo nuestra lupa”, concluyó Jerez.