El escándalo de Volkswagen sigue creciendo. La empresa reconoce que alteró los motores de 11 millones de vehículos de su marca
Regeneración, 24 de noviembre de 2015. El escándalo de los motores de Volkswagen es mayor de lo denunciado, informó la Agencia de Protección Ambiental de Estados Unidos (EPA), al aclarar que esta información se da después de que la armadora reconoció la alteración de los motores diésel en 11 millones de sus vehículos.
Esta nueva agudización de la situación en que se encuentra la armadora alemana se da un mes después de que el presidente ejecutivo de la firma reconoció que Volkswagen podría tener que desembolsar más dinero, además de los 6 mil 500 millones de euros (7 mil 400 millones de dólares) que hasta ahora ha dispuesto para cubrir los costos de un escándalo por emisiones de gases, si sus ventas son afectadas.
Los 6 mil 500 millones de euros se aplican al retiro (de vehículos), declaró a medios periodísticos Matthias Mueller en la sede central de VW en Wolfsburgo. Sobre provisiones adicionales sólo puedo especular. Si hubiera un cambio en el volumen de ventas, reaccionaríamos rápidamente, agregó.
El fabricante automotriz reconoció ante la EPA que sus motores a diésel de tres litros 2009 y 2016 Volkswagen y Audi fueron trucados para disminuir el nivel de emisiones contaminantes, al tiempo que propuso una solución a las autoridades ambientales.
La primera acusación de la EPA, hecha en septiembre de 2015, incluyó 482 mil vehículos comercializados en Estados Unidos, los cuales fueron equipados con motores a diésel de 1.9 litros, más de 30 mil en México, y 8 millones en Alemania, hasta sumar más de 11 millones en el mundo. Ahora, analistas y autoridades indican que podría no saberse cuántos en realidad están afectados, por lo que la agencia ambiental estadunidense anunció que continuará con las investigaciones.
El pasado 21 de noviembre las autoridades estadunidenses pusieron en el punto de mira a otros 75 mil vehículos de Volkswagen: según las agencias medioambientales EPA y Carb, la automotriz admitió que todos los coches diésel de VW y Audi con motores de 3 litros fabricados entre 2009 y 2016 cuentan con un software dudoso.
Hasta ahora sólo se habían puesto bajo la lupa a 10 mil vehículos fabricados entre 2014 y 2016 por este caso. Según un comunicado de la EPA, los modelos afectados serían los Volkswagen Touareg y el Porsche Cayenne, así como varios modelos de alta gama de Audi.
VW no quiso hacer comentarios el fin de semana al respecto y remitió a la filial Audi, que confirmó la cifra de vehículos que estarían afectados. Según el portavoz de Audi, no se trata de un programa de manipulación, sino que reacciona a la temperatura ambiente y contribuye al calentamiento más rápido del catalizador.
Un portavoz de Carb afirmó al ser consultado que las nuevas acusaciones contra VW se refieren a fallas en el procedimiento de certificación. Según dijo, la automotriz no reportó oficialmente a las autoridades estadunidenses que incorporó el controvertido software a esos modelos.
Hasta ahora VW siempre ha negado que este software sea un programa trampa, como sí admitió en los anteriores escándalos de manipulación de emisiones. El pasado 8 de octubre, el presidente de la compañía en Estados Unidos, Michael Horn, ya aceptó ante el Congreso de ese país que podría haber problemas con las autoridades locales por este programa.