El Gobierno de Ecuador decretó este jueves el estado de excepción por las protestas de varios sectores sociales y el bloqueo de carreteras por parte de los transportistas.

Esto debido a la subida del precio de los combustibles, en el marco de un acuerdo crediticio con el Fondo Monetario Internacional (FMI).

Con el fin de velar por «la seguridad ciudadana y evitar el caos, he dispuesto el estado de excepción a nivel nacional»,

dijo el presidente de Ecuador, Lenín Moreno, desde el palacio de Carondelet, sede del Ejecutivo.

El anuncio lo hizo cuando arrecian las manifestaciones, especialmente en la capital ecuatoriana, en contra de la eliminación de los subsidios a los combustibles.

«Los derechos se exigen sin perjudicar a los que verdaderamente son fundamentales para el progreso del país» señaló el gobernante.

Por su parte, la ministra del Interior, María Paula Romo, comentó en rueda de prensa que la paralización del transporte se cumplió «de manera parcial».

Esto, dijo, obligó al Gobierno a suspender las clases de escuelas y colegios para garantizar la seguridad de los estudiantes.

Dijo que 19 personas fueron detenidas en las manifestaciones y argumentó que suspender los servicios públicos es un delito, penado con entre 1 y 3 años de prisión.

Sobre el estado de excepción, el titular de Defensa, Osvaldo Jarrín, comentó que busca restituir el orden, la seguridad pública y ciudadana.