Afectados por las lluvias de Cuacuila no recibirán ayuda del gobierno para reparar sus casas, tampoco se ha abierto el camino que comunica la comunidad con Huauchinango. Denuncian abusos de transportistas que elevaron las tarifas más de 200 por ciento.
Leticia Ánimas
Regeneración, 9 de septiembre de 2016. Huauchinango, Puebla. Los habitantes de unas 90 casas en la junta auxiliar de Cuacuila en Huauchinango se quedaron sin apoyo gubernamental pese a que están en riesgo y el resto de los pobladores padece, además de la incertidumbre sobre lo que pasará con el Camino Real que permanece cerrado, los abusos en el cobro de tarifas del transporte público colectivo y de alquiler.
Quien da esta información es el alcalde del pueblo ubicado a unos dos kilómetros de la cabecera municipal, Eugenio Pérez Ahuacatitla, quien informa también que serán 10 las casas que van a rehabilitar, mientras que otras 40 serán reubicadas a un lugar seguro.
La tormenta tropical Earl dejó su huella no solamente en la tierra y en los ríos: “nosotros quedamos marcados para siempre, a todos los de Cuacuila nos traumó la lluvia. Nomás vemos que llueve tantito por la tarde y ya nos da miedo”, asumió la autoridad auxiliar de la comunidad cercana a Huauchinango.
A este pueblo que durante varios años dio de comer tamales gratis a todo aquel que la visitaba el “Día del Padre”, es una de las que poca ayuda ha recibido de los gobiernos estatal y federal, recriminó el edil auxiliar.
Para Eugenio Pérez Ahuacatitla, la comunidad necesitará de mucha inversión “para regresarle sus manos y con ellas podamos volver a trabajar como antes y sigamos desarrollándonos”. Así se refirió al camino principal que hasta el momento está cerrado, pues es considerado en alto riesgo.
“Nos dijeron que vendrían ingenieros de la Sedatu (Secretaría de Desarrollo Agrario, Territorial y Urbano), pero no han regresado y se supone que en esta semana llegarían para hacer un estudio y saber qué es lo que se le hará a la ladera para que quede bien y se pueda usar el acceso”, dijo.
Por el momento, los cuacuileños toman un camino alternativo por la colonia Piedras Pintadas o Chapultepec, sin embargo, lo consideran inseguro por la delincuencia y por la inestabilidad del suelo, pues no pueden circular con carga pesada por el riesgo de fracturar el pavimento al estar, en algunas partes, sobre laderas deslizadas, y en el caso de que se colapse, se quedarían sin dos accesos.
La autoridad comunitaria mencionó un tercer camino: está a la altura de la autopista México-Tuxpan, pero al ser de terracería, pidieron al ayuntamiento municipal que se le riegue balastre y sea, en verdad, una alternativa.
Pero insistió en que ellos necesitan que se estabilice el camino principal o real que ahora está cerrado al tránsito, pues es el de mayor “factibilidad, por ser rápido y cómodo, pues por él circulan a diario comerciantes que son los que activan la economía de Cuacuila”.
Eugenio Pérez indicó que el estar limitados en la comunicación terrestre les ha acarreado pérdidas económicas por “los abusos de transportistas”, quienes han elevado las tarifas en algunos casos en más del 100 por ciento.
Por ejemplo, los taxis que funcionan como transporte colectivo de la cabecera municipal a la junta auxiliar, de cobrar 6 pesos por persona ahora cobran 10 pesos, un 65 por ciento más. Mientras que los que cobraban 50 pesos por el servicio mercantil o particular, ahora cobran 90, 100 y hasta 150 pesos, o sea, 100 y 200 por ciento más.
Tanto lugareños como el presidente auxiliar, hicieron un llamado al gobierno del estado para que la secretaría competente se haga cargo del problema y regule los precios de transporte en Cuacuila y en las demás zonas afectadas, para que los trabajadores del volante o concesionarios no abusen de los pobladores en momentos difíciles para la sierra.
La autoridad comunitaria refirió que por todas las orillas de Cuacuila hubo deslizamiento de tierra y desgajamientos, sin embargo, admitió que en los costados por donde se trazó y se hicieron trabajos para el paso de la autopista México-Tuxpan y en el área donde se introdujo el gasoducto Tuxpan-Atotonilco de la empresa Gasomex, son los lugares en que más fracturas tiene el suelo.
Eugenio Pérez urgió que la Sedatu realice el “levantamiento” de lo que sucedió en el suelo y subsuelo y se entregue un informe lo más pronto posible a la comunidad, además se realicen los trabajos de remediación en los lugares que se necesite.
Indicó que él tiene conocimiento de serían financiados de manera bipartita entre el gobierno federal y el del estado, por lo que expresó que las labores se deben de hacer lo más pronto posible para que la vida de Cuacuila vuelva a la normalidad.