Con globos blancos, flores, y fotografías de los 10 mineros atrapados, familiares celebraron una misa de despedida. Sigue el rescate de sus cuerpos
Regeneración, 3 de septiembre de 2020. Hoy se realizó una misa en memoria de los 10 mineros atrapados en la mina El Pinabete, ubicada en Coahuila.
Ahí, familiares, autoridades como la alcaldesa de Sabinas, entre otros, así como personal militar en apoyo despidieron fon globos y hasta marichi a sus seres queridos.
Mineros
Así, a un mes de permanecer atrapados en la mina de la Agujita en Sabinas, familiares de mineros llevaron globos, flores, veladoras y oraciones.
Esto, tras las intensas labores de búsqueda, con el seguimiento público del presidente AMLO y la atención de la opinión pública.
Por otra parte, de acuerdo al sacerdote que ofició la misa, las esposas de los mineros se despidieron de manera tranquila.
Y, señaló que están llenas de esperanzas al esperar que se rescaten los cuerpos de los mineros en los próximos meses.
Cabe destacar que las familias serán indemnizadas y seguirán trabajos para el rescate de mineros, conforme anunció el presidente AMLO.
Cristo
Asimismo, portales locales destacaron la propuesta por parte de la iglesia para colocar un memorial del Cristo Minero en honor a los trabajadores.
Así como de aquellos que han fallecido en las minas en el estado de Coahuila.
Seguidamente se indica que la propuesta sería llevada hasta Palacio del Gobierno Federal para atender la demanda de una capilla de Cristo Minero.
Y subraya que sería, en memoria de aquellos que han perdido la vida en la Región Carbonífera y que han arriesgado sus vidas debajo de la tierra.
Lo anterior, conforme señaló El Sol de la Laguna.
Historias
Por su parte el Diario de Coahuila recuera la historia del hijo de un minero y del dolor de su madre.
Así el portal relata lo dicho por Epigmenio, hijo del minero Jaime Montelongo Pérez, mientras carga un cristo camino a la parroquia Santa María de Guadalupe, de Agujita.
Además dice que Epigmenio trabajó desde los 16 años trabajó con su papá en los pocitos de carbón ya que no le gustó estudiar.
Un día antes del accidente, Epigmenio iba a empezar a trabajar en El Pinabete, sin embargo no fue así, “no se pudo, Dios es muy grande, y sólo él decide cuándo nos vamos”, agregó.
Asimismo, dijo que aunque tenga que arriesgar su vida para darle una mejor a su hijo lo haría para que él no sea minero.
-“Yo podría seguir trabajando en esto, pero tampoco quiero causarle a mi mamá otro dolor como el que tiene ahora”, reflexionó.
Finalmente, dijo que solo Dios sabe si van a recuperar los restos de su papá y sus compañeros, por lo pronto para él, el 3 de agosto es una fecha que no olvidará nunca.