Fotoperiodista valedor, por Hakobo Morá

prensa

Mira la mirada crítica que comunica veloz a un hecho, y que el medio ético o red social solidaria difunde, del Fotoperiodista “free lance”, “El Valiente”, “El Sin Prestaciones” en “bienvenida tu colaboración” que revela a un México insurgente y de desencanto social;

del Fotoensayista que expone la “hipótesis de engaño mercadológico” en Tv-máscara del político;

del Fotociudadano que evidencia a “Don Sicario” quien levanta al activista político/periodista;

del Fotoarticulista que retrata el ángulo de la licitación ilegal de los regalazos “Casa Blanca”;

del Fotoopinador en tacuche de nota roja que consigna el condominio que se hunde por fuga de agua o incendio de “Guardería ABC” o apilamiento de cuerpos de centroamericanos asesinados;

del Fotoinvestigador de cabezas humanas decapitadas en un refrigerador de tablajero o el sueño y buena fama de un niño durmiente en el hueco de una pared de Garibaldi;

del Fotoeditorialista que visualiza el gesto de indiferencia institucional y tráfico de influencias;

del Fotoreportero quien documenta el saqueo a la Educación pública por cleptócratas INEE-SEP;

del Fotoilustrador de la historiografía visual de la “Suave patria” madreada por el político corrupto.

Gracias al Fotoperiodista se lee a la caleidoscópica y emergente imagen nacional:

Persecución o prisión o muerte al ambientalista valeroso civil número 500 en México;

10 meses sin 43 estudiantes normalistas rurales desaparecidos forzados y dos meses de la represión a universitarios jalapeños;

Ecocidio del aire, agua y tierra por mineras a cielo abierto e hidroeléctricas en la Reforma Energética peñista;

Etnocidio y migración latinoamericana: grupos indígenas cruzan hacia EE.UU. bajo auspicio del secuestro institucional por congresistas y gobernantes (y USA);

Frente xenófobo: cubanos, venezolanos, guatemaltecos…, naufragan en balsa o tren o guerra fría hacia México: matadero intermedio en América Latina;

Feminicidio en Juárez: victimización sin tregua de obreras maquiladoras;

Extrema pobreza infantil: “Las Escuelas Jodidas de México”;

Daños colaterales del Narcoestado: balazo de “goma” a cabeza de un niño campesino o niña indígena en huelga de hambre que exige la liberación de su madre en la cárcel u “homicidio” de un graffitero adolescente;

Criminalización de Estado fuera de derecho: edil demanda penalmente a seis periodistas o narcofosas que el gobierno atesta;

Derecho laboral, alimentario y mental mortal: costal de plaguicida o tanque fumigante daña silenciosamente el sistema nervioso del consumidor o jornalero –campesino sin tierra propia– o familiar por contacto y uso de plaguicidas;

Militarización nacional: indefensión social ante la delincuencia organizado del Narcoestado;

Supervivencia y explotación infantil en Mérida: gobierno intenta acabar con –golpe otro de violencia estructural de Estado– la economía informal de la supervivencia mexicana.

Mira la denuncia fotoperiodística como razón humanística y restructuración intelectual del país.

 

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