Detrás de los efectos devastadores para el medio ambiente, detrás de su uso hay poderosos intereses económicos y políticos, enfermedades y hasta “movimientos telúricos por las fallas provocadas a la corteza terrestre”
*Los municipios poblanos que serían afectados: Ahuacatlán, Amixtlán, Francisco Z. Mena, Hermenegildo Galeana, Huauchinango, Huehuetla, Jalpan, Jopala, Juan Galindo, Naupan, Olintla, Pahuatlán, Pantepec, San Felipe Tepatlán, Tlacuilotepec, Tlaola, Tlapacoya, Tlaxco, Venustiano Carranza, Xicotepec y Zihuatehutla.
Por Leticia Ánimas
Huauchinango, Pue.- Pobladores de 21 municipios poblanos, junto con los de otras 99 demarcaciones potosinas, hidalguenses, veracruzanas y tamaulipecas, están amenazados por la práctica del fracking para la extracción de hidrocarburos de la Cuenca Tampico y la Plataforma Tuxpan, denunció Emilio Rodríguez LAVIDA, basado en el informe de la firma Advanced Resources International Inc.
El reporte elaborado por la agencia especializada en la investigación de recursos de gas no convencional en el mundo que tiene entre sus principales clientes al Departamento de Energía de Estados Unidos y a empresas como Shell y Chevron, considera que “México tiene un excelente potencial para el desarrollo de sus recursos de gas y petróleo de esquisto almacenados en lutitas de rocas distribuidas a lo largo de la costa del Golfo de México”.
La firma calculó que la Plataforma de Tuxpan tiene un potencial inicial en el esquisto Pimienta de 1 billón de pies cúbicos de gas de esquisto y 0.5 millones de barriles de petróleo de esquisto y condensado, mientras que en la Cuenca de Tamaulipas podrían recuperarse las mismas cantidades.
Sin embargo, el documento sirvió a Rodríguez como instrumento para identificar las cuencas hidrográficas, los acuíferos sobre los yacimientos, las áreas naturales protegidas, los pueblos originarios y hasta los núcleos ejidales que estarían en riesgo de ponerse en práctica esta técnica extractiva, señaló.
Los municipios poblanos que serían afectados están ubicados en la Sierras Norte y Nororiental, se trata de Ahuacatlán, Amixtlán, Francisco Z. Mena, Hermenegildo Galeana, Huauchinango, Huehuetla, Jalpan, Jopala, Juan Galindo, Naupan, Olintla, Pahuatlán, Pantepec, San Felipe Tepatlán, Tlacuilotepec, Tlaola, Tlapacoya, Tlaxco, Venustiano Carranza, Xicotepec y Zihuatehutla.
Son tres las cuencas hidrográficas que atraviesan territorio de la entidad en riesgo: las de los ríos Tuxpan, Cazones y Tecolutla; el acuífero Libres-Oriental; el Área Natural Protegida Cuenca Hidrográfica del Río Necaxa.
Además la extracción de hidrocarburos con esta técnica que libera el gas y el aceite que se encuentra almacenado en sedimentos de esquisto, a través de la fractura hidráulica, representa un peligro para las los territorios huasteco, tepehua, otomí, nahua y totonaca y sus culturas.
Tras la reforma energética, advirtió Rodríguez, estas demarcaciones, junto con 45 veracruzanas, 21 hidalguenses, 18 potosinas y 15 tamaulipecas, estarán en riesgo, tras el análisis que realizó al documento de la Advanced Resources, 02_II_EIA_ARI_Mexico June_2013 cuya versión digital fue entregado a este medio de comunicación.
“Esta es una aproximación que ilustra de manera importante la cantidad de población que se encuentra en un mayor riesgo por la extracción de hidrocarburos con la técnica de fracking”, precisó.
Las consecuencias socioambientales de esta práctica, según la Alianza Mexicana Contra el Fracking son: la disminución de disponibilidad del agua para los seres humanos y ecosistemas; la contaminación de las fuentes de agua; hay emisiones de gases contaminantes; contribuye al calentamiento global; destruye más empleos permanentes de los que genera y es una alternativa energética costosa e inviable.
Pero, además de los efectos devastadores para el medio ambiente detrás de su uso hay poderosos intereses económicos y políticos, enfermedades y hasta “movimientos telúricos por las fallas provocadas a la corteza terrestre”.