Aunque la detención se realizó a plena luz del día, con decenas de testigos, el gobierno de Astudillo ve difamación en las acusaciones.
Regeneración, 26 de enero de 2018.- Aunque dos de los siete desaparecidos en Guerrero por presuntos policías estatales aparecieron ejecutados, y tres más con signos de tortura, para el gobierno de Guerrero es una forma de “desacreditar” a sus elementos de seguridad.
En un comunicado difundido la noche del 25 de enero, el vocero del Grupo de Coordinación Guerrero (GCG), Roberto Álvarez Heredia, aseguró que las denuncias de los familiares de las víctimas sólo tratan de “desprestigiar” a la corporación policial.
“El hecho denunciado, aun cuando no ha sido comprobado, resulta por sí mismo reprobable. Sin embargo, es por demás perverso que, sin fundamento alguno, el señor Silvestre Rodríguez Fernández -tío de las víctimas- mencione como responsables a policías estatales y se asuma como hostigado y perseguido por el gobierno estatal”, escribió el funcionario.
Los hechos sin embargo, no serían una excepción, pues empresarios y sociedad de Chilpancingo, señalaron la participación de policías municipales en la desaparición de varios jóvenes; incluso la iniciativa privada compartió una serie de videos en los que puede ver a los uniformados levantando a jóvenes que después aparecieron muertos.
Por esos hechos, al menos 100 policías fueron acuartelados en lo que llevaba a cabo la investigación en su contra.
Policías de Chilpancingo siguen acuertelados por desaparición de jóvenes
En tanto, el funcionario estatal, Álvarez Heredia, indicó que si bien el pasado 24 de enero a las 20:14 horas, se recibió una llamada al 911 para reportar que un grupo de hombres con armas largas se llevó a una pareja a bordo, no se podía confirmar el hecho.
Más tarde, el joven Luis Gustavo Rodríguez Maldonado y su pareja, Azuzena Abarca Vargas, fueron encontrados en distintos puntos de Chilapa ejecutados; y la bebé de ambos fue hallada con vida, junto a Abarca Vargas, quien fue degollada.
Calcinaron al padre, degollaron a la madre y abandonaron a su bebé, viva, en Guerrero
Ante estos hechos de violencia, y la aparición de los cuerpos, el gobierno estatal no tuvo más remedio que aceptar el levantón.
“Al final de cuentas las realidades van apareciendo y las aceptamos”, dijo.