Así sería la guerra de Estados Unidos contra el Estado Islámico

La promesa de Barack Obama, de enfrentarse al Estado Islámico (EI) en Siria y en Irak deberá expandir las acciones militares ya en marcha y posiblemente requerirá más fuerzas especiales para ayudar a las tropas locales.

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Estos son los escenarios posibles:

Ataques en Siria 

Bombardeos a los ‘yihadistas’ del Estado Islámico (EI) en Siria representa la mayor apuesta en el plan de combate de Obama. Sin una fuerza rebelde viable en el terreno, capaz de aprovecharse del poderío aéreo estadounidense, los ataques deberán ser más limitados que los realizados en el vecino Irak.

Cualquier ataque en Siria posiblemente se concentrará en los territorios controlados por el EI en el Este del país, apuntan expertos y ex oficiales, en operaciones con aviones no tripulados (‘drones’) a semejanza de las ya realizadas en Pakistán, Yemen y Somalia.

Aún no está claro que Obama se apoyará exclusivamente en ‘drones’ o si se arriesgará a enviar aviones caza y bombarderos, exponiendo pilotos al peligro de ser derribados o caer en territorio controlado por el EI o por el presidente sirio, Bashar al Asad.

Bombardeos en Siria también exigirán una mejor recolección de informaciones de inteligencia, un enorme desafío para Washington, que hasta ahora ha tenido dificultades para trazar un escenario preciso de lo que ocurre en el terreno.

Más poder aéreo 

La campaña lanzada por Estados Unidos el 8 de agosto en Irak ha sido hasta ahora limitada, con menos de una docena de ataques al día en promedio, si se compara con conflictos previos, que incluían centenas de ataques aéreos diarios.

Se espera que después del discurso de Obama del miércoles el ritmo de los ataques aumente y ya hay aliados europeos dispuestos a sumarse. Francia adelantó que estaba preparada para participar y Gran Bretaña podría hacer lo mismo.

El número de despegues por parte de aeronaves estadounidenses y de países aliados, así como la lista de posibles objetivos deberá ampliarse y aumentar la presión sobre los ‘yihadistas’, que ya han acusado el golpe en Irak.

Una operación aérea generalizada exigirá de Washington que asegure el acceso a más pistas de aterrizaje en la región, siempre un asunto delicado para los Gobiernos del Oriente Medio.

En el mes pasado se reportó que aviones estadounidenses se apoyaron en la base aérea de Al Dhafra (en los Emiratos Árabes Unidos), Ali Al Salem (Kuwait) y al Udeid (en Catar).

Resta saber si Turquía estará dispuesta a permitir que aviones estadounidenses despeguen para operaciones de combate desde la base de Incirlik. Aeronaves han estado utilizando también un portaaviones, el USS George H.W. Bush.

Entrenar y armar fuerzas locales 

Además de las operaciones aéreas, Obama espera entrenar fuerzas locales en el terreno para enfrentar a los yihadistas.

Washington ya tiene aproximadamente unos 300 «consejeros» militares en Irak para ayudar a reagrupar las fuerzas locales de seguridad después de las pesadas derrotas sufridas ante combatientes del EI.

Se espera que más entrenamiento y armamento llegue al Gobierno iraquí y a las fuerzas de la ‘peshmerga’ de Kurdistán, tanto de Estados Unidos como de otros países.

En Siria, entrenar y armar a fuerzas rebeldes moderadas será también una prioridad, pero funcionarios admiten que podrían pasar años hasta que esa iniciativa rinda frutos, dado el incontable número de grupos y la diversidad de la guerra civil.

Fuerzas moderadas de oposición siria han sufrido pesadas derrotas ante las fuerzas del gobierno de Asad y de los extremistas del EI.

Más fuerzas especiales y soporte de tropas

Expandir la campaña aérea significará que Obama enviará pequeños grupos de fuerzas de operaciones especiales, y posiblemente funcionarios de la agencia de inteligencia CIA, para tratar de orientar los bombardeos y guiar a las fuerzas iraquíes y kurdas.

Otras tropas convencionales podrían ser necesarias para proporcionar apoyo logístico y tareas de soporte ya sea en Irak o en bases en la región. En la actualidad hay unos 35.000 soldados de Estados Unidos estacionados en Oriente Medio.