En un artículo publicado por The Washington Post, el ex presidente Ernesto Zedillo señaló ‘demandas grotescas’ en el nuevo TLCAN.
Regeneración, 08 de mayo de 2018.- Ante las condiciones que la administración de Trump ha impuesto en la renegociación del Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN), ni México ni Canadá deberían firmar, consideró el ex presidente de México, Ernesto Zedillo.
El ahora profesor de la Universidad de Yale, publicó un artículo en The Washington Post en el que señala que “a menos que el gobierno de Estados Unidos reconsidere seriamente su propuesta de política comercial dañina, sus dos socios (México y Canadá) deberían avanzar para proteger y apoyarse en otra línea de defensa: el sistema multilateral de la Organización Mundial del Comercio, y dejar que el gobierno de Estados Unidos asuma completamente la responsabilidad de matar al TLCAN”.
Según su opinión, vertida en el artículo titulado “México y Canadá, no cedan ante Trump”, el TLCAN está siendo coartado por Estados Unidos, cuando son ellos los principales beneficiarios.
“El sistema de comercio internacional está siendo atacado seriamente y de manera paradójica por su principal constructor y beneficiario, Estados Unidos. México y Canadá están actuando responsablemente para proteger ese sistema en una de sus primeras líneas de defensa, que es el TLCAN”, escribió.
Retomando la propuesta inicial de renegociación del TLCAN, Zedillo recuerda que el representante comercial Robert Lighthizer, habló de una actualización a 25 años de la implementación del Tratado, porque no reflejaban los estándares necesarios por los cambios en la economía.
Zedillo recordó que Lighthizer argumentó que apoyar las mejoras en pago de salarios y crecimiento económico más rápido en los Estados Unidos, debería ser el objetivo del TLCAN modernizado. Así como actualizaciones en cuestiones clave como los derechos de propiedad intelectual y las disposiciones laborales y medioambientales.
“Si estos loables objetivos hubieran sido la sincera intención de renegociar el acuerdo, probablemente el proceso habría ya concluido felizmente. Desde el primer día, sin embargo, hubo motivos para dudar de la honestidad de la administración estadounidense”, dice Zedillo.
“Para empezar, prácticamente todos los temas incluidos en la lista de cosas por hacer ya se habían abordado en la Asociación Transpacífico (TPP) que fue descartada por la administración de Trump. Tanto México como Canadá eran partes en el TPP. Si el TLCAN se ha modernizado en la práctica a través del TPP, ¿por qué pedir la renegociación del primero mientras se descarta este último?”.
La negociación ha ido en tal curso, que “no debería sorprendernos cuán incómodas y desagradables son las diversas demandas específicas que se han presentado en la mesa de negociaciones”.
Pese a estas recomendaciones, la administración de Peña Nieto ha presionado porque se pruebe lo más pronto posible el TLCAN, con miras a poner candados económicos a la próxima adminstación.
Vía La Jornada, y The Washigton Post.