Hombre abandona el cuerpo de su padre en una funeraria

Su hijo pidió servicio creyendo que era el lugar donde su padre había pagado un plan, pero al saber que tendría que pagar mil 800 pesos por los gastos generados, decidió olvidarlo

Regeneración, 17 de junio de 2017.- Desde hace 23 días, el cuerpo de un hombre de 74 años permanece abandonado en una funeraria; su hijo pidió el servicio creyendo que era el lugar donde su padre había pagado un plan. Al percatarse que se había equivocado y que tendría que pagar mil 800 pesos por los gastos generados, decidió olvidarlo.

Ivan Ávila Quijada, propietario y responsable de la Funeraria San Miguel Arcángel, ubicada en la colonia Ley 57, al norte de Hermosillo, informó que el cuerpo se encuentra en un cuarto frío y embalsamado.

Comentó a EL UNIVERSAL que la tarde del 25 de mayo, llamó por teléfono quien se identificó como Eduardo Atanasio Montes López para pedir que acudieran a recoger el cuerpo de su padre Elpidio Montes, a la Clínica Número 14 del Seguro Social, ya que tenía un plan pagado en ese lugar.

Personal de la funeraria acudió al hospital donde se firmó la salida del cuerpo, para después prepararlo. El hijo encontró que tenía pagado el servicio en otro establecimiento y al volver a llamar, le informaron que debía pagar mil 800 pesos por el traslado y la preparación.

«Esto ocasionó el enojo del hijo y me dijo quédate con él, te lo regalo», narró el propietario de la funeraria quien llevó el caso ante la Fiscalía General de Justicia del Estado (FGJE) y ésta lo remitió a la Policía Municipal, donde le dijeron que debía esperar 15 días para reportarlo como abandonado.

«Ya pasaron más de 20 días y sigo reportando sin resultados, el cuerpo continúa aquí, ya ni quiero que me paguen, hasta yo podría conseguir un terreno en donación para enterrarlo y que no vaya a la fosa común, pero debe autorizarlo algún familiar y desconozco si hay alguien más a parte de su hijo que no me contesta el teléfono», expresó.

Ávila Quijada dijo que siente pena por la situación, porque tres años atrás conoció al señor Elpidio Montes cuando pagó el servicio de su esposa. Nunca me había pasado algo parecido, todos los familiares hacen grandes esfuerzos por sepultar a sus seres queridos, pero el hijo me dijo «ahí te la echas», lamentó.

PROBLEMA ENTRE FUNERARIAS

EL UNIVERSAL visitó un domicilio de la colonia Apolo, al norte de la ciudad. Ahí vivió Elpidio por más de 20 años, desde que se casó con Reyna a quien conoció cuando llegó de Sinaloa para trabajar en los campos de la Costa de Hermosillo.

Octavio -el cuñado de Apolo- dijo que se trata de un problema entre funerarias, pues su sobrino de 22 años, se equivocó.

Relató que el día del deceso, en el IMSS hicieron perdedizos los papeles de Elpidio, la ropa y billetera y ahí venía su credencial de elector, tuvimos que volver –a su casa-, entonces encontramos una factura de un servicio de la Funeraria San Miguel Arcángel.

«En medio de la situación no vimos que era de hacía tres años cuando murió mi hermana, y cuando mi sobrino habló no le dijeron que los servicios de perpetuidad no estaban pagados ahí, al darse cuenta Eduardo llamó para recoger el cuerpo, pero ya le cobraban 3 mil pesos para pagar de riguroso contado y no tuvo dinero».

Comentó que en la otra funeraria donde Elpidio dejó pagados sus servicios, les aconsejaron que esperaran unos días, hasta que regresara el cuerpo al Semefo y de esa dependencia lo llevará a su casa, entonces el negocio se haría cargo y hasta el terreno le saldría gratis.
Mi cuñado es víctima de un pleito de funerarias, dijo Octavio, quien se desempeña como conserje en una escuela preparatoria, al comentar que en la San Miguel Arcángel se están tratando de aprovechar del dolor de su sobrino.

LA FAMILIA SE DESLINDA

A Eduardo Atanasio le falta un año para terminar la carrera de psicología, pero tiene un carácter difícil, me ha dicho que no me meta, ya me dijo que él es el hijo y sólo él puede decidir, así que aunque lo manden a la fosa común no puedo hacer nada porque no soy familiar, expresó.
Aunque vivamos en una colonia «más o menos», no quiere decir que tengamos dinero. Mi sobrino trabaja en una tortería, así que no hay mucho por hacer en eso de pagar a la funeraria que tiene el cuerpo.

Resaltó que su sobrino convivió poco con su padre, porque la relación matrimonial con su hermana se sobrellevó con dificultades, «no sé si tiene sentires o no sentires, es muy cerrado, el maneja sus problemas».