El hombre se vio obligado a lanzarse al mar, pues la corriente empezó a subir y perdió el control del barco, estuvo a punto de hundirse.
Regeneración, 4 de febrero de 2018.- Carlos Balderas Ramírez Garrido salió hace un año y ocho meses, en su velero de las Islas Canarias, España, para internarse en una aventura en altamar. Pero, cuando pasó por aguas yucatecas, el mar desvió su camino.
El hombre de 78 años contó que para él, el mar es “como una enfermedad”, pues lo apasiona, razón por la cual quiso viajar con Jocker, su embarcación de 48 pies, con la cual estuvo por casi todo el océano Atlántico, así lo detalla El Universal.
Hace una semana “iba de Cancún al puerto de Progreso, porque ahí pensaba pintar mi velero. El motor hace tiempo que dejó de funcionar, entonces sólo navegaba por medio de la velas (…) el clima estaba tranquilo, todo iba bien, pero de pronto el viento dejó de soplar”, narró el señor Carlos Balderas.
Debido a esto, el hombre se vio obligado a lanzarse al mar, pues la corriente empezó a subir y perdió el control del barco.
“Eso de que el capitán nunca deja su barco es mentira, yo en ese momento me quería salvar” comentó riendo y agregó que entre su desesperación sólo tomó un chaleco salvavidas, una botella de agua y una lámpara.
Eso no fue una buena decisión, pues casi se hunde debido a las fuertes “olas negras de arena”. En ese momento vio que estaba cada vez más cerca de la playa, entonces subió de nuevo al Jocker, el cual quedó varado en la comunidad yucateca de El Cuyo.
En el momento en que llegó a la isla, los pescadores de la región de inmediato lo ayudaron, le ofrecieron techo y alimentos, además de ayudarlo a reparar su velero.
“Estoy impresionado por su apoyo. Me ayudan porque son hombres de mar, como yo, se dedican a la pesca, y juntos repararemos mi barco, para que pueda flotar de nuevo”, así se expresó el amante del mar quien se mostró agradecido con la gente de la isla