* El monopolio de los transgénicos, una realidad en Estados Unidos con Monsanto, pretende plantar su semilla en tierras mexicanas
* El organismo ambientalista internacional Greenpeace advirtió de los riesgos para la salud que puede producir este tipo de alimentos
Regeneración, 19 de octubre de 2012. Greenpeace informó que Monsanto solicitó a la Secretaría de Agricultura (SAGARPA) hace unos días permiso para sembrar 700 mil hectáreas con su semilla transgénica en el estado de Sinaloa.
La organización ambientalista internacional con sede en México llamó a la movilización y advirtió, a través de un comunicado, sobre las intenciones de la empresa transnacional de semillas transgénicas, causante de estragos en el medio ambiente, así como en tierras y cultivos de campesinos en todo el mundo.
“Monsanto ha causado la contaminación genética de diversos cultivos convencionales, nativos y orgánicos en varias partes del mundo, incluido México. A pesar de este negro historial, hace unos días solicitó, ante la Secretaría de Agricultura, autorización para sembrar comercialmente variedades transgénicas de maíz en 700 mil hectáreas de Sinaloa. Es decir, esta empresa pretende sembrar semillas genéticamente modificadas en toda la superficie cultivable con sistemas de riego de este estado.”
“Sinaloa es conocido como el granero de México ya que ahí se produce la mayoría del maíz que usamos para preparar tortillas, tamales o atoles, entre otros platillos que son base de nuestra alimentación. La siembra comercial de maíces genéticamente modificados pone en riesgo a las variedades mexicanas, ya que los genes de resistencia a herbicidas y los que producen sustancias insecticidas de estos granos van a transferirse y contaminar a nuestro maíz. Por si fuera poco, ¡no existe evidencia contundente de que el consumo de este tipo de cultivos sea seguro para la salud!”.
El maíz transgénico es creado a partir de semillas genéticamente modificadas para reproducirlas en cantidades industriales y así aumentar rendimiento financiero.
“Cada año se talan en Sudamérica superficies de bosques del tamaño de Holanda para plantar soja. Así los monocultivos de soja se han extendido inimaginablemente: la soja y el maíz transgénico de un único fabricante, Monsanto de los Estados Unidos, crecen sobre 45 millones de hectáreas en Argentina, Brasil y Paraguay. Es la superficie de Alemania y Austria juntas” , informó en su sitio web la Campaña Sin Maíz No Hay Pais.
Por si fuera poco, las semillas transgénicas son inmunes a los pesticidas que la misma empresa Monsanto distribuye, con lo cual además de provocar un desequilibrio enorme en el medio ambiente fortalece su actividad monopólica.
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