Original es un encuentro textil que busca impulsar el trato directo entre los artesanos, fabricantes y el público; charlas, expo-venta y pasarelas tendrán lugar hasta el 21 de noviembre el Complejo Cultural Los Pinos
Por Martha Rojas
Con el propósito de combatir las prácticas de plagio, la Secretaría de Cultura lanzó el proyecto Original, que busca establecer un puente de contacto directo entre los artesanos y el público, en el Complejo Cultural Los Pinos.
Mesas de diálogo, conferencias magistrales, pasarelas, expo-venta son parte de lagunas de las actividades que se realizarán hasta el 21 de noviembre en el encuentro que busca impulsar el papel de los artesanos originarios en el mercado global, cuyos diseños, en más de una ocasión, se han visto plagiados por grandes casas de moda.
Además de la actividades de venta y exhibición, en Los Pinos se realizan diversas mesas de reflexión en torno al trabajo y creación de los artesanos, de los diseñadores tradicionales y las empresas mexicanas.
En palabras de la titular de Cultura, Alejandra Frausto, “Original es un puente para que los creadores hablen de frente, desde sus comunidades, al mundo, a los diseñadores tú a tú, con el profundo significado de cada creación, no por romanticismo ni por paternalismo sino con respeto, con ética”.
Se trata de la primera ocasión en que, desde una dependencia gubernamental, se reconoce el valor del trabajo artesanal y el papel simbólico que la realización de bordados y colores desempeñan en la identidad de las comunidades originarias.
“Hoy queremos levantar la voz todos los artesanos y decir ya basta, ya basta de que nuestra cultura sea robada, que sea arrebatada de nuestras manos. De que no se nos reconozca el esfuerzo, que por muchos años hemos defendido”, aseguró el maestro artesano Samuel García de Tenango de Hidalgo, una de las comunidades cuyos diseños fueron plagiados por parte de la firma Louis Vuitton, que vendió hasta en 20 mil dólares bancos grabados con diseños propios de Tenango, y que se negó a expedir algún tipo de beneficio económico hacia las comunidades.
Empresas asiáticas que tienen sus sitios por internet son las principales beneficiadas con el mercado del plagio pues hasta el momento no hay ninguna ley que pueda proteger los derechos de autor de las principales comunidades ultrajadas, las de Hidalgo, los diseños de Oaxaca o de Chiapas y los bordados guatemaltecos, que comparten similitud con los mayas, son continuos objetos de inspiración para estas marcas.