Habitantes de San Pablito, Pahuatlán, Puebla, rechazaron la consulta sobre el gasoducto Tuxpan-Tula, porque no aceptan que la obra atraviese su cerro sagrado N’Vite.
Por Leticia Ánimas
Regeneración, 29 agosto de 2017. Pahuatlán, Puebla.- Ante representantes de la Secretaría de Energía (SENER) en su lengua antigua –el otomí o hñahñu– y también en castilla, durante dos horas con seis minutos, habitantes de San Pablito rechazaron la consulta y el gasoducto Tuxpan-Tula con que la empresa TransCanada quiere atravesar el cerro N´vite, que es sagrado para la comunidad.
Aunque la decisión fue tomada hace varios meses, la incursión a su territorio de representantes de la empresa trasnacional y de servidores públicos federales, provocó que los sanpableños se juntaran otra vez en la cancha de la escuela para ratificar su rechazo al tubo que partirá la montaña habitada por los dioses que cuidan la comunidad asentada a sus pies, porque para la Reforma Energética primero está la exploración de gas, de petróleo y la generación de energía que la producción agrícola, la espiritualidad o la vida de los pueblos.
Por eso, dijeron, ahora sí invitaron a la licenciada Carmen Álvarez Juárez, como se identificó la funcionaria de la SENER –quien un día antes “se metió con engaños a las tierras acompañada por Miguel Chávez Loeza que dijo que era de la SEDESOL y el italiano Luica Di Marco de la empresa Bonatti” contratada para construir la obra–, para que escuchara desde el gutural otomí que salió de las gargantas de hombres y mujeres de este sitio de artesanos, que no quieren a TransCanada, ni a su proyecto, ni su consulta, porque el tiempo para preguntarles ya pasó.
La reunión empezó cuando Rogelio Marroquín, la autoridad de este lugar, explicó a los asistentes lo que los TransCanada habían llegado otra vez. Que no ha bastado con las marchas, ni con las reuniones en las que le han hecho saber al presidente de Pahuatlan, Arturo Hernández Santos, que no quieren esa tubería porque acabará el agua, la tierra, los árboles.
Que, acompañados por el ex alcalde Martiniano Santos Trinidad, los de la empresa se fueron al cerro para medir los terrenos y hacer el trazo de la tubería. Que no le pidieron permiso a nadie, que quisieron engañarlos diciendo que eran turistas interesados en comprar artesanías. Que les volvieron a mentir y que la gente los interrogó para que dijeran la verdad y al final los echaron del pueblo. Así que como parece que no entienden, los volvieron a citar para decirles en su cara cuál es su decisión.
Rogelio termina la explicación y da paso a quienes quieran dar palabra, mientras agazapada tras uno de los pilares de la cancha techada, la licenciada de SENER –ahora sí con chaleco de la dependencia– escucha y tal vez entienda lo que se expresa en otomí, si es que el ex presidente municipal Santos Trinidad, al que los pobladores llaman “traidor a la patria”, le traduce lo que dicen sus paisanos.
El gasoducto “es una bomba de tiempo”, se oye en un préstamo del castellano al otomí. “No queremos ninguna consulta. Ni vamos a firmar nada. Con todo lo que nos dicen, nos engañan. Dicen que no va a pasar nada. Pero no es cierto. Va a afectar. A los empresarios no les va a afectar. Ni a los grupitos que reciben el dinero y no les interesan sus niños”, agregan.
Le dicen a la funcionaria que la entienden, que saben que ese es su trabajo. Pero le reclaman que siendo del gobierno esté a favor de la empresa, le dicen que la ven como una “intrusa”, le exigen que respete sus derechos, también los usos y costumbres de la comunidad.
Esta reunión es para demostrarle a las autoridades y a TransCanada que en San Pablito “hay unidad”. Que las diferencias quedan fuera “y para el bienestar de la comunidad estamos unidos y toda la población dice no al gasoducto” y le desean que haya escuchado bien y que lo entienda.
Le piden que lleve un mensaje: “Dígale a sus jefes que no estamos de acuerdo con el gasoducto, ni con otras empresas de muerte. Llévale eso a su gente”.
Para terminar, la autoridad de San Pablito vuelve a dar palabra. Le dice a la abogada que “esa es la voz del pueblo que dijo que no a la consulta, no al gasoducto. El pueblo lo dijo así, no yo. Esa es la respuesta y el mensaje a la Secretaría de donde usted viene. Lleve el mensaje a la Secretaría de Energía que la respuesta de San Pablito es no al gasoducto y no a la consulta. También dígales que la gente está molesta porque no se le consultó antes de que se hiciera este proyecto de muerte”.