Los informes de gobierno en la era priista no eran más que un “besamanos”, o como lo llamaban algunos, “el día del presidente”, sin embargo, con la llegada de AMLO se convirtieron en una verdadera rendición de cuentas al pueblo de México.
Regeneración, 1 de septiembre de 2021. Hoy el presidente Andrés Manuel López Obrador (AMLO) presenta su Tercer Informe de Gobierno, una verdadera rendición de cuentas al pueblo mexicano. Lejos quedó la época del llamado “día del presidente” que existió durante los gobiernos priistas.
El primero en dar un informe de gobierno fue el General Guadalupe Victoria, quien rindió cuentas ante el Congreso el 1 de enero de 1825.
Más tarde se estableció en ´la Constitución que: “A la apertura de sesiones del Congreso asistirá el Presidente de la Unión y pronunciará un discurso en que manifieste el estado que guarda el país”.
El besamanos priista
Con los gobiernos priistas, más allá de informar el estado que guardaba el país, se instauró de facto lo que muchos llamaron “día del presidente”.
Las calles rebosaban de “alegría”, colorido y mítines multitudinarios en apoyo a los priistas en turno y especialmente al presidente
Con los años, se creó todo un protocolo. Al llegar a recinto parlamentario, recibían al presidente con vítores, aplausos y porras.
Primero el presidente leía su Informe; en primera fila se ubicaban los miembros del gabinete; y luego venía la “respuesta” al informe por parte del presidente de la Mesa Directiva de la Cámara de Diputados, siempre con elogios de por medio.
Invariablemente los discursos eran muy largos y constantemente interrumpidos por aplausos y manifestaciones de apoyo incondicional.
Finalmente, el presidente de la Mesa Directiva alababa lo expuesto. Después de la ceremonia uno por uno, los funcionarios de los tres niveles de gobierno saludaban de mano al presidente. El gesto se conocía como «besamanos».
Al salir del recinto, volvían los vítores, aplausos y porras. Era tan importante el día, que estaba establecido como asueto.
Fin de una era
Con el fin de la era priista, se acabaron los besamanos y el “día del presidente”.
El cambio no sólo fue de fondo ya que en 2008 se reformó la Constitución y se eliminó el requisito de asistir al Congreso de la Unión.
El cambio sucedió porque en 2006, algunos legisladores impidieron que Vicente Fox acudiera a la Cámara de Diputados para entregar su último informe.
En 2007, Ruth Zavaleta, entonces presidenta de la Mesa Directiva, evitó recibir a Felipe Calderón, en protesta por el supuesto fraude mediante el que ganó la Presidencia.
Cuando Fox acudió a San Lázaro a presentar su informe, los perredistas tomaron las instalaciones e impidieron que el presidente llegara hasta el pleno. Fox fue recibido por una pequeña comisión en el vestíbulo de la Cámara de Diputados y dio su mensaje desde Los Pinos.
Ambos sucesos marcaron un viraje en las reglas del informe de gobierno: ahora el presidente sólo tiene que presentar el documento por escrito y posteriormente dar un mensaje.
Verdadera rendición de cuentas al pueblo
Con la llegada de Andrés Manuel López Obrador a la Presidencia cambiaron muchas cosas en el país, y la rendición de cuentas al pueblo de México es una de ellas.
Ya no se trata del “día del presidente” ni del “besamanos”, ahora la intención es que los mexicanos conozcan la situación real del país.
Tan es así, que independientemente de lo que marca la legislación, AMLO ha dado nueve informes a los mexicanos. Y es que el mandatario decidió informar al pueblo cada cuatro meses el estado de la nación.
Ya no son los maratónicos informes priistas, el más largo que ha presentado AMLO duró 45 minutos.
El primer informe de AMLO fue en marzo de 2021; después presentó otros tres en el mismo año, en julio, septiembre y diciembre.
En 2020 rindió cuatro informes, en abril, julio, septiembre y diciembre y uno más en este 2021.
Hoy, 1 de diciembre, rendirá al pueblo de México su Tercer Informe de Gobierno.