«Las dispersiones iniciales fuera de África anteriores a la de hace 60 mil años fueron probablemente de pequeños grupos de recolectores y al menos algunas de estas dispersiones tempranas dejaron una proporción modesta de huellas genéticas en las poblaciones humanas modernas», explicó Michael Petraglia, del Max Planck.
Regeneración, 9 de diciembre del 2017.-Recientes investigaciones cuestionan la teoría de que las poblaciones de homo sapiens comenzaron a salir de África hace 60 mil años y sugieren que hubo múltiples salidas de los humanos modernos desde ese continente ya antes de esa fecha y que se cruzaron con otros homíninos en muchos lugares a través de Eurasia.
Científicos del Instituto Max Planck de Ciencias de la Historia de la Humanidad y de la Universidad de Hawai en Manoa analizaron estos estudios, apoyados en avances tecnológico en ADN y estudios fósiles y colaboraciones multidisciplinarias, y llegaron a la conclusión de que la teoría tradicional de la emigración única no se sostiene, según publicó ayer la revista Science.
«Las dispersiones iniciales fuera de África anteriores a la de hace 60 mil años fueron probablemente de pequeños grupos de recolectores y al menos algunas de estas dispersiones tempranas dejaron una proporción modesta de huellas genéticas en las poblaciones humanas modernas», explicó Michael Petraglia, del Max Planck.
Precisó que «un acontecimiento posterior y mayor de emigración desde África tuvo lugar probablemente hace alrededor de 60.000 años o después».
Así, aunque esta dispersión más reciente contribuyó al grueso de la estructura genética de las poblaciones no africanas actuales, las anteriores siguen también presentes.
El estudio reúne los descubrimientos de múltiples investigaciones, entre ellas la identificación de restos fósiles de humanos modernos en rincones lejanos de Asia potencialmente más antiguos que 60.000 años y que sugieren que los homo sapiens alcanzaron el sudeste de ese continente y Australia en una fecha anterior.
Así, en varios lugares en el sur y el centro de China se hallaron restos de homo sapiens de entre 70.000 y 120.000 años de antigüedad.
Asimismo, recientes investigaciones genéticas apuntan a que los humanos modernos se cruzaron con otros antiguos homíninos presentes ya en Asia, y no sólo con neandertales. También con homínidos de Denísova y otras poblaciones de homíninos premodernos no identificados.
Según un estudio, todos los individuos no africanos actuales poseen entre un 1% y un 4% de herencia neandertal, mientras que otro análisis estima que los melanesios modernos cuentan con una media de un 5 % de herencia del hombre de Denísova.
Lo que concluyen todos estos estudios, en todo caso, es que humanos modernos, neandertales, homínidos de Denísova y otros grupos homíninos probablemente coincidieron en tiempo y espacio en Asia y definitivamente tuvieron muchas ocasiones de interactuar.
La creciente evidencia de interacciones y los registros de conducta sugieren que «la difusión de los denominados comportamientos humanos modernos no tuvo lugar en un simple proceso diacrónico de oeste a este», precisó Christopher Bae, de la Universidad de Hawai.