Jaime Ades: “Recapitulando 23 años de canción”

Por Alexandro Guerrero

(Primera parte)

Entrevistado para Regeneración.mx: Jaime Ades, en  el contexto de la celebración por 23 años de canción,  ha tenido por sede el “Foro del Tejedor” este  4 de diciembre del 2021, año que está por extinguirse.

“Son 23 años de canción grabada, suena a destiempo porque la pandemia todo desfasó”, explica Jaime.

-Desatendí complacencias, hice más conciertos conceptuales en pandemia. Sentí que había algo que atender en la taberna, invitarlos a volver a cantar, nos hace falta a todos, eso seguro y además, hacerlo a voz en cuello.

A.G. ¿Cómo empezó esta historia?

-En 1998  saqué mi primer cassette casero, lo vendía en Coyoacán, canciones propias. A partir de él logré darle la vuelta a la propuesta y hacer no sólo covers. El público comenzó a pedirlas lo cual no es cosa fácil.

El “kit musical” de Coyoacán fue una aventura aparte. Trece años frente a la cruz de la iglesia en pleno centro de Coyoacán (la  movieron, ya está más adelante, quien sabe cómo le hicieron).

Ahí en “la cruz” tocábamos de domingo a  domingo, vi pasar a muchas generaciones ante mis ojos. Esa fue la manera de salvaguardar mi oficio. El resto de la semana me buscaba un patrimonio pero el domingo a las 6 de la tarde yo sabía que iba a estar en Coyoacán.

A.G. La pregunta de siempre: ¿Se vive del arte Jaime?

– Es muy difícil vivir nada más del arte. Uno de cada 50 a lo mejor ya lo logra, eso. Vivir dignamente sólo del arte. Es bueno que puedas sostenerte a partir de otra cosa, eso hace que no tengas que traicionar tu arte. Suena poco popular esta estrategia algunas veces.

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A.G. ¿Qué proyectos paralelos se han dado musicalmente?

– Con: “Los aquellos” he tocado unos ocho años en promedio. La pandemia nos partió todo. Con: “Pianoman Night, en el Bar Bukowski’s” regresé a tocar cuando pasaron las restricciones.  Resultó algo muy bonito, es un ejercicio semanal en el que hago temas que no considero covers.

Y no los considero así porque en realidad lo que estás haciendo son homenajes a tus maestros. Al ensayar una canción, estás tomando un curso de esta canción de alguna manera.

Desde que empecé a anunciarlo pedí en los post que se solicitaran canciones y de ahí se hizo el programa. No soy el mismo ahorita que hace 23 años. Con fortuna también soy mejor pianista y después de una pandemia más. Soy directamente proporcional mejor pianista en la pandemia al hecho de si hubiera tenido novia durante la misma.

Hay canciones que me piden que ahora se han convertido en versiones al piano. Nos estamos reagrupando después de la pandemia, los músicos ya no están tan disponibles como antes de la pandemia. Manolo Rodríguez que me ha acompañado durante mucho tiempo, ha sonado para este aniversario con algunas percusiones. Se sumó Pablo Piña que trae su acordeón, toca el piano, su canto además. Mi hija canta también conmigo. Evidentemente estoy haciendo muchas versiones acústicas con lo que me han pedido.

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A.G. ¿En una visión retrospectiva tenemos algún tipo de obsesión? ¿Dentro del  género “canción”?

-Creo que la obsesión es esta como tal  “la canción”, un vicio sagrado. Es un camino también de iniciación. Jugar a las canciones te hace crecer mucho. Cuando te pones a componer es verdaderamente poderoso, sobre todo si tu intención es escribir algo trascendente. Si tratas de escribir algo así, si estás tratando, lo que tienes que esquivar es, por ejemplo, que si no estás en desamor, no compongas una canción  de desamor porque son las que pegan. Esas funcionan fácil, pero suenan huecas cuando no son de adeveras. Tengo la obsesión de encontrar una canción que diga algo nuevo.

Continuará…