Javier Duarte, priista, ha sido reconocido incluso en medios internacionales como un ser vil, que arrastró a su familia para enriquecerse de forma ilegítima
Regeneración, 2 de febrero de 2017.- El prófugo ex gobernador priista de Veracruz, Javier Duarte, pasará a la historia como un ser despreciable, que, entre muchas otras villanías, se apropió del dinero que debía usarse para comprar los medicamentos para niños con cáncer y les inyectó sólo agua.
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Apenas este martes la secretaría de Salud confirmó que el Gobierno de Duarte compró en 2011 al menos 70,000 dispositivos pirata para la detección del VIH; aparatos inservibles, sin registro e ilegales. Además, se sabe que almacenaba 16.8 toneladas de medicamentos caducados.
El exsecretario de Salud, Antonio Nemi, denunció esta situación puntualmente: «Hemos registrado la compra de 70,000 piezas de kit de detección rápida de VIH, falsas, caducadas, compradas en China y que entraron de manera ilegal en el país», explicó. Más de la mitad de este material fue incautado por agentes de Cofepris.
Javier Duarte, priista, miembro de la clase política mexicana, ha sido reconocido incluso en medios internacionales como un monstruo, un ser vil, corrupto hasta el hueso, un hombre que arrastró a su esposa e hijos y destruyó su vida pública para convertirse y convertir a su familia en lamentables prófugos de la justicia.
La siguiente es una muestra de los horribles crímenes de un hombre irresponsable, egoísta, abrigado por un sistema cómplice y que tolera el abuso. Aprendamos de este sistema y sus engendros para que no pueda repetirse algo parecido.
En el Gobierno de Javier Duarte, prófugo por malversación y lavado de dinero, la corrupción había llegado hasta los laboratorios de sangre, como señala El País.
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Este gobernador priista, además, dejó la economía de su estado en bancarrota, agujerada por los desfalcos de dinero público, el aumento de la violencia y la pobreza.
Veracruz se convirtió en espacio de una inmensa deuda y una red de empresas fantasma pilotada por un gobernador que tenía escondidos 23 millones de pesos y monedas de oro en cajas de cartón repartidas por sus mansiones.
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Duarte, además está relacionado con una red de 21 empresas fantasma que, con la cobertura de distintas secretarías estatales, defraudó 35 millones de dólares.
El exgobernador Duarte, hasta hace poco considerado como una de las jóvenes promesas llamadas a renovar el viejo aparato del PRI, está siendo perseguido por la Interpol en 190 países, acusado de los delitos de delincuencia organizada y lavado de dinero.