Jesús Flores Magón, hermano de Ricardo y Enrique Flores Magón, es considerado uno de los iniciadores de la Revolución Mexicana. Sus luchas y críticas contra el Gobierno de Porfirio Díaz lo llevaron varias veces a la cárcel.
Por Karla Trejo
RegeneraciónMx, 13 de marzo de 2022.- En una de las miles de tumbas del Panteón Civil de Dolores, ubicado al poniente de la Ciudad de México, descansan los restos de Jesús Flores Magón, un hombre que no tuvo reparo ni freno en luchar contra el Gobierno de Porfirio Díaz y defender la vida de los pobres: obreros y campesinos, principalmente.
Su rebeldía, sin pausas ni medias tintas, lo llevaron en más de una ocasión tras las rejas. Jesús, al igual que sus hermanos Ricardo y Enrique Flores Magón, no tenía —como reza el dicho— ‘pelos en la lengua’. No le temblaban ni la boca ni las manos para hablar y escribir lo que pensaba sobre la reelección de Díaz, los impuestos de su sistema y la forma en que el expresidente movió la justicia del país a su antojo.
Uno de los actos que marcó la vida de Jesús Flores Magón fue la creación de un periódico llamado Regeneración, en el año 1900. El diario tenía como principal objetivo informar y concientizar al pueblo sobre los abusos y malos manejos del porfiriato, sin embargo, fue una de las razones por las que el mayor de los Flores Magón era perseguido y juzgado una y otra vez. Era un rebelde sin pausa, pero con demasiada causa.
Rebeldía innata
Jesús Flores Magón nació en el municipio de Teotitlán, en Oaxaca, el 6 de enero de 1871. Desde joven dejó relucir su rebeldía sin titubeos, pues con apenas 20 o 21 años de edad y siendo alumno de la Escuela Nacional Preparatoria, se integró a las marchas contra la dictadura porfirista.
Fue en la década de 1892 que la sangre hirviente de una juventud estudiantil, harta de la explotación laboral, la corrupción y la represión de la libertad, inspiró un movimiento contra la tercera reelección de Díaz. En esa serie de protestas, considerada la primera en su tipo en la historia de México, participaron activamente Jesús y su hermano, Ricardo Flores Magón.
Llegado el año de 1897, Jesús Flores Magón se graduó como abogado, pero no se dedicó de lleno a ello por tanto tiempo. Giró su mirada hacia el periodismo y tres años después dio vida a Regeneración, cuyo contenido estaba plagado de críticas a Díaz y fue motivo de varios de sus encarcelamientos.
Según una semblanza de la Comisión Nacional de Derechos Humanos (CNDH), una de las aprehensiones más sonadas de los hermanos Flores Magón sucedió cuando Ricardo publicó un texto en el que demandaba la renuncia de Porfirio Díaz y convocaba a los pequeños empresarios a resistir la monopolización extranjera y los altos impuestos.
“Todos esos ferrocarriles matan toda la industria y todo el comercio, porque por su alta tarifa de fletes, las empresas ferroviarias ganan la utilidad que podrían percibir el comerciante o el industrial”, decía aquel texto.
Los Flores Magón también merecieron ir a la cárcel tras publicar una caricatura sobre Porfirio Díaz, titulada Ultraje a oficiales públicos. Todos estos actos represores impidieron que Jesús participara en los encuentros políticos para organizar la Revolución Mexicana, sin embargo, sí logró ser estar en la Convención de Clubes Liberales de San Luis Potosí, que promovía acciones contra la reelección porfirista.
El destierro
Fue tal la rebeldía y la insistencia de Jesús Flores Magón que se convirtió en blanco constante de las autoridades de la época. Víctima de la persecución, tuvo que mudarse a Estados Unidos, un acto que no sólo lo alejó de su nación sino también de sus hermanos Ricardo y Enrique, quienes se inclinaron por el anarquismo, mientras él se mantenía en la legalidad y el liberalismo.
Jesús regresó a México en 1910 (año en que estalló la Revolución Mexicana y que significó el fin del porfiriato) para integrarse al Gobierno de Francisco I. Madero. El mayor de los Flores Magón redactó una carta constitucional que, tiempo después, daría pie a la Constitución de 1917.
Junto a sus hermanos, Jesús Flores Magón siguió con la publicación de Regeneración, pero su ideología libertaria —tan diferente a la de Ricardo y Enrique— se reflejaba a lo largo y ancho del periódico, convirtiéndolo en una serie de líneas editoriales tan distantes como su quebrantada relación familiar.
Tanto que, mientras Ricardo acusaba de traidor al nuevo presidente Francisco I. Madero en sus publicaciones, Jesús se integraba a su gabinete como Subsecretario de Justicia y Secretario de Gobernación, un gusto que finalmente le duró poco porque, una vez más, sus convicciones lo distanciaron del gobierno obligándolo a dejar sus cargos.
El final
Jesús Flores Magón continuó en el periodismo, pero su terquedad le costó otro destierro en 1913, cuando Victoriano Huerta asesinó a Francisco I. Madero y José María Pino Suárez. A su regreso a México, Jesús —considerado el precursor de la Revolución Mexicana— parecía no haber aprendido la lección, pues apoyó la candidatura a la presidencia de Manuel Calero.
Calero perdió las elecciones ante Venustiano Carranza y Jesús Flores Magón tuvo que salir, otra vez, de México. Se instaló en Nueva York, donde se casó por segunda vez (hasta en la vida marital fue rebelde) y regresó a su tierra hasta que Carranza murió. Finalmente, Jesús dejó su obstinación y pasó sus últimos años de vida dedicándose a su familia.
Jesús Flores Magón murió el 7 de diciembre de 1930… sus restos descansan en el Panteón Civil de Dolores, al poniente de la Ciudad de México.