Operación sin precedentes: Brasil movilizó a más de mil policías en varias ciudades. 45 detenidos. Rescatan cientos de animales en cautiverio
Regeneración, 19 de septiembre de 2025. La redada, descrita como la más grande en la historia de Brasil contra el tráfico de vida silvestre, se llevó a cabo tras una exhaustiva investigación de un año.
Misma que reveló el alcance y la brutalidad de esta actividad ilegal. Más de mil oficiales de policía participaron en la operación en varios estados, incluyendo Río de Janeiro.
Rescate
El resultado fue el rescate de aproximadamente 700 animales, entre los que se encontraban tucanes, guacamayos, monos, tortugas y una pitón.

Todos ellos fueron trasladados a un centro especializado donde están recibiendo atención veterinaria.
La cifra
El tráfico de animales en Brasil es una problemática alarmante: se estima que 38 millones de animales son extraídos de su hábitat cada año, y según la ONG Red Nacional para Combatir el Tráfico de Vida Silvestre (RENCTAS), el 90% de ellos mueren antes de llegar a su destino final.
«El tráfico de animales no sólo es cruel, sino que es una sentencia de muerte», afirmó Bernardo Rossi, secretario de Medio Ambiente y Sostenibilidad del estado de Río de Janeiro.
«Muchos animales mueren antes incluso de llegar al mercado, lo que demuestra la brutalidad absoluta de este comercio».
Esta cruda realidad subraya la urgente necesidad de acciones contundentes.

Una red criminal de décadas, con un giro aún más oscuro
La investigación policial reveló una red criminal altamente organizada que, según los informes, ha estado operando durante décadas.
La banda tenía roles bien definidos, con algunos miembros encargados de la caza masiva de animales y otros dedicados a su transporte y venta en grandes centros urbanos.
Además, un grupo se había especializado en la caza, sedación y venta de primates, un comercio que alimenta una cadena de sufrimiento y explotación.
Pero el tráfico de animales no era la única fuente de ingresos de la organización.
La red también traficaba con armas y municiones, utilizadas para cometer otros delitos.
La revelación de esta doble especialización, en el tráfico de animales y de armamento, resalta la complejidad y el alcance del crimen organizado en la región.
Las autoridades ahora están enfocadas en identificar a los compradores, aquellos que, al adquirir estos animales, perpetúan «toda la cadena criminal».














