Por Emily Botsford.
Regeneración, 28 de diciembre de 2015.- En años recientes, se nos ha habituado a ver las emisiones de la industria del transporte como una de las principales causas de calentamiento global. Hemos sido alentados a “volvernos verdes” usando el transporte público en lugar de automóviles, o a caminar e ir en bicicleta a todas partes para reducir nuestra huella de carbono (link de huella de carbono). Pero poco sabíamos que la mejor manera de reducir nuestras emisiones era simplemente cortar nuestro consumo de carne.
Sorprendentemente, el transporte de todo el mundo, los coches, barcos, trenes, etc… producen menos gases de efecto invernadero que la ganadería en el mundo. A nivel mundial, el sector ganadero produce el 18% de las emisiones mundiales de gases de efecto invernadero, mientras que la industria del transporte produce un 13%. Las emisiones de dióxido de carbono del sector ganadero se relacionan con el proceso de la producción ganadera y la quema de combustibles fósiles durante la fabricación de fertilizantes para la producción de piensos, entre otros. El metano que se produce a través de los sistemas digestivos del ganado es 23 veces más potente para el calentamiento global que el dióxido de carbono.
Pero los 1,4 millones de sistemas digestivos no son el único problema. Estas vacas necesitan un lugar para pastar y también requieren grandes cantidades de alimento. La ganadería es responsable del 80% de la deforestación actual de la selva amazónica. A nivel mundial, la deforestación causada por la ganadería es responsable de la liberación de 340 millones de toneladas (3,4 % de las emisiones globales) de carbono a la atmósfera cada año. Los costos sociales y los impactos ambientales negativos resultantes de la deforestación son enormes y los responsables de la degradación del suelo y de la erosión, la contaminación del aire, del agua, la pérdida de biodiversidad y la emisión de carbono que contribuyen tanto al calentamiento global.
Si la pérdida de la selva tropical y los altos niveles de emisiones de gases de efecto invernadero no fueran suficientes para hacernos pensar dos veces acerca de tener un bistec, entonces tenemos que considerar su costo en términos de agua.
Con una grave sequía en muchas partes del mundo, y la probabilidad de que este año aumente mucho más el calentamiento global, parece poco probable que una reducción en la carne ayudaría, pero ese es exactamente el caso. La producción de carne tiene un uso muy intensivo del agua. Si se piensa en ello, tenemos millones y millones de hectáreas de tierras de cultivo sólo para alimentar a los animales que vamos terminar comiendo.
Estos cultivos necesitan agua para crecer, al igual que el ganado, por lo cual siempre hay una cantidad mucho mayor de agua en una comida cárnica que en una vegetariana. De hecho, se requieren 17 litros de agua para producir un filete de carne de menos de un kilo.
Aparte de la enorme cantidad de agua que se necesita para producir una carne, la relación de conversión del alimento es terriblemente baja en comparación con otras carnes. Con el fin de producir una tonelada de carne de res, 8 toneladas de pienso tienen que ser producidas. Esto es significativamente mayor que las proporciones de conversión alimenticia de otras carnes tales como la carne de cerdo en 3:1. Así que cada bistec significa cultivos que podrían haber sido destinados al consumo humano. Con una población crece exponencialmente, alcanzando un proyectado 9,1 mil millones para el año 2050, la producción mundial de alimentos debe aumentar en un 70% (FAO, 2009). Con las tasas de conversión muy ineficientes para el ganado, parece ridículo que tanta comida se pierda con cada vaca.
Ahora, no estoy sugiriendo que todo el mundo se vuelva vegetariano, aunque eso sin duda ayudaría a aliviar las presiones sobre nuestro planeta que he descrito anteriormente. Sé que este es un estilo de vida que muchos no estarían dispuestos a hacer. Sin embargo, usted puede hacer su parte al hacer un esfuerzo consciente para comer menos carne, especialmente la de res. Trate volverse vegetariano al menos un día a la semana. Saltarse el comer carne una vez a la semana sería como dejar de manejar su coche durante 3 meses. La próxima vez que ordene en un restaurante, piense en el costo para el medio ambiente.
Fuente: https://www.hongkongfp.com/2015/11/27/a-steaks-contribution-to-global-warming/