La crisis de Haití se profundiza, un presidente débil sostenido por EU (1)

Las instituciones de Haití están paralizadas, la violación de derechos humanos es constante y el poder se apoya en bandas criminales

Regeneración, 17 de octubre de 2019. “Haití ha conocido muchas dificultades, muchas crisis, pero esta sobrepasa todo lo que hemos conocido. Esta es mucho más grave”, afirma Pierre Espérance, contactado por Mediapart en Puerto Príncipe.

Es uno de los responsables de una asociación respetada, la Red Nacional de Defensa de los Derechos Humanos (RNDDH).

“Este poder organiza la inseguridad, se burla de la democracia y viola sistemáticamente las leyes, los derechos políticos y sociales”, añade Pierre Espérance.

La RNDDH publicó el jueves, 3 de octubre, un balance de los motines y manifestaciones que han paralizado completamente el país desde el 16 de septiembre.

Del 16 al 30 de septiembre, “al menos han matado a 17 personas […] y al menos otras 189 han resultado heridas”, señala la asociación.

La organización denuncia la violencia de la policía nacional haitiana, “los disparos con fuego real, las brutalidades policiales, el empleo abusivo de gases lacrimógenos y todos los demás actos represivos”.

Ahora que se acerca el décimo aniversario del terremoto de enero de 2010, que causó la muerte de más de 250.000 personas y redujo el país a escombros.

Haití vive una crisis política que lo aboca al caos.

El viernes, 4 de octubre, después de dos días de calma, se produjeron nuevas manifestaciones en todo el país.

Desde comienzos de año, esta crisis contabiliza decenas de muertos y centenares de heridos.

Haïti lok”, Haití bloqueado.

“Ya no funciona nada, en vez de reforzar las instituciones, el poder prefiere reforzar a las bandas y opta por la violencia”, asegura Pierre Espérance.

“Tenemos un presidente fantoche y un Estado fallido”, añade el famoso novelista Gary Victor.

Este último forma parte de la decena de escritores (Yanick Lahens, Lyonel Trouillot, Kettly Mars, James Noël…) que acaban de lanzar un llamamiento “a la ciudadanía del mundo para que apoye la causa haitiana”.

Elegido en noviembre de 2016, el presidente Jovenel Moïse ya perdió toda su credibilidad pocos meses después de ocupar el cargo en febrero de 2017.

Este desconocido de 51 años, alzado a la presidencia por su predecesor Michel Martelly y sostenido por EE UU, fue elegido ya en la primera vuelta, aunque con una participación oficial del 21 % al término de un escrutinio muy controvertido.

El año anterior, unos comicios presidenciales que ganó fueron anulados debido a las irregularidades detectadas.

Este hombre de negocios, productor y exportador de bananas, no ha conseguido nunca que le aprobaran un presupuesto.

El país vive hoy con un parlamento paralizado, un gobierno en funciones, un primer ministro en funciones y un presidente virtualmente desaparecido.

El jueves, 3 de octubre, Jovenel Moïse hizo su primera aparición sobre el terreno desde hacía unos dos meses: un alto de 55 segundos de duración en una calle de Petion-Ville, el barrio elegante en la parte alta de Puerto Príncipe, para dar algunos apretones de manos, rodeado de una guardia personal armada hasta los dientes.