“El Chapo” y mil más se burlan de la seguridad de las cárceles mexicanas en últimos 5 años
Dos fugas, mismo cártel y modus operandi
Regeneración, 16 de julio del 2015.-Más de 1,000 internos han logrado fugarse de cárceles mexicanas, tanto locales como federales, durante las administraciones de Felipe Calderón y Enrique Peña (2009-2013), así como lo hizo Joaquín “el Chapo” Guzmán, según el estudio “Situación de las Prisiones en América Latina”
El reporte detalla que los penales mexicanos albergan a 260 mil internos, 95% hombres y 5% mujeres. Y que la población de varones se incrementó en 40% durante la última década mientras que la de las mujeres se duplicó.
Los datos del estudio revelan que en el 65% de los centros de reclusión mexicanos impera el autogobierno, donde la constante son los motines, venta y consumo de drogas, riñas, homicidios y las fugas, en las que 600 presos murieron en el intento durante los cinco años que analizó el informe.
- Dos fugas, mismo cártel y modus operandi
Adelmo Niebla González, alias “el señor”, lugarteniente del “Chapo”, encargado del trasiego de droga a Estados Unidos, escapó del penal de máxima seguridad de Culiacán, el 26 de mayo de 2014, junto con Ramón Ruiz Ojeda, el monchi, y Adrián Campos Hernández, dos operadores del cártel de Sinaloa, a través de un pasadizo subterráneo, que atravesaba el penal, con 400 metros de longitud y 10 de profundidad, y que contaba con ventilación, luz eléctrica, sostenido por vigas y que desembocaba en una construcción abandonada, que tuvo un costo insignificante de 6 millones de pesos para el Cártel de Sinaloa, en las inmediaciones del centro penitenciario. Un mes después de la fuga ensayo, se compró el terreno por donde salió “El Chapo”.
El exitoso plan de fuga, se realizó cuando Guzmán Loera, llevaba tres meses recluido en el penal de El Altiplano. La investigación de la evasión fue “atraída” por la Procuraduría General de la República (PGR), que estimó entonces, que el túnel fue construido en aproximadamente cuatro meses, con el apoyo de trabajadores e ingenieros. No hay casualidades sino causalidades.
- “Room service”
Joaquín Guzmán Loera, el reo número 3578 del Centro Federal de Readaptación Social número 1 El Altiplano, tuvo privilegios autorizados por el Comité Técnico Interdisciplinario del penal, durante su estancia en la “suite” 20 del Altiplano, tales como el contar con una “pequeña” pantalla de televisión LCD, un radio, un par extra de calzado (que uso en el escape), libros, un cuaderno, un lápiz de madera, un cobertor extra (proporcionado por el penal) y ropa para que no pasará frio, enseres personales para limpieza personal y correspondencia. Podía además, recibir a sus abogados hasta el límite del horario permitido de las 18:00 horas, y tener entrevistas con el capo, hasta en cuatro ocasiones al día a la zona de locutorios.
Guzmán Loera decidía si sus alimentos los tomaba en la celda o en el área del comedor, instalado a un costado del Centro de Tratamientos Especiales, en donde se ubicaba su celda.
Fuentes del Gabinete de Seguridad informaron que tras el ingreso de Guzmán Loera a El Altiplano, fue necesario remover al interno que se ubicaba en la celda o módulo 19, por “cuestiones de seguridad”. En ella se encontraba Sigfrido Nájera Talamantes, alias El Canicón, líder de una célula de Los Zetas, a quien se le atribuye el asesinato de 9 militares, 2 policías federales, el ataque a instalaciones de una televisora y a las oficinas de un consulado de Estados Unidos, entre otros crímenes, y que operaba en Nuevo León y Coahuila. La razón del movimiento: era enemigo acérrimo del líder del cártel del Pacífico.
En su lugar, se ubicó a Jean Succar Kuri, quien purga una condena de 13 años de prisión como responsable de pornografía infantil y corrupción de menores. Las fuente comentaron que debido a que el sentenciado padece una enfermedad de la próstata tiene una sonda que le drena la vejiga permanentemente, por lo que el olor a orines invadía todo el corredor. Situación que molestaba al líder del cártel del Pacífico, quien había solicitado que movieran del lugar al pederasta.
Funcionarios del Gabinete de Seguridad del gobierno federal explicaron que no existía alguna irregularidad por la presencia de los enseres (privilegios) del “Chapo”, ya que cumplían con las condiciones del Comité Técnico.
- ¡Qué bonita vecindad!
Durante el recorrido que medios de información realizaron al interior del penal federal de “máxima” seguridad del Altiplano, motivado por la fuga del “Chapo”, reporteros de diversos medios pudieron constatar la cercanía que durante su reclusión tuvo Joaquín Guzmán Loera con su ex socio Édgar Valdez Villareal, alias “La Barbie”, por la que como se dio a conocer en julio de 2014, pudieron poner de cabeza al sistema penitenciario al organizar una huelga de hambre de casi mil reos, el motivo: presuntas violaciones a sus derechos humanos.
La Barbie interno de la celda 16 del área de tratamientos especiales, una de las que no tiene puerta (“El Chapo” era el vecino de la 20), fue observado según los reporteros como un hombre extremadamente delgado, muy blanco y con el pelo rubio. Estaba recostado en su cama, mirando en una pequeña televisión, permitida para los reos de esta área, el partido de futbol entre México y Trinidad y Tobago. Molesto por la interrupción y el ruido, Valdez Villareal expresó en pocas palabras la realidad en el Altiplano (y en la totalidad del sistema penitenciario mexicano, por el actuar de sus funcionarios): “esto ya parece circo”, externó el cap