Regeneración, 23 de diciembre de 2015.- En muchos lugares escuchamos constantemente que la actividad humana genera un impacto en el medio ambiente, y existe una forma de calcularlo de manera aproximada. La “Huella de carbono” nos ayuda a entender en términos de la cantidad de carbono que generamos en el aire, cuánto participamos aportando contaminación al mundo en que vivimos. Y conocerla puede ayudarnos a diseñar y elegir formas de vida que sean alternativas consistentes para tener un impacto realmente positivo para la ecología.
El concepto de Huella de Carbono es la totalidad de gases de efecto invernadero emitidos por efecto directo o indirecto de un individuo, organización, actividad o producto. Para calcularlo existen diversos métodos, y ellos dependen del tipo de emisor de gases que se esté analizando.
Por ejemplo para calcular la huella de carbono de una organización se hace un “inventario” en donde se estudian las actividades que producen emisiones de gases de diferentes alcances, directas o indirectas. Es decir, se miden las actividades de la organización o la empresa por uso de combustibles fósiles por vehículos, procesos productivos o de transporte. También se mide la energía que se usa, (cuya producción aporta al calentamiento global)y la que requiere todo aquello que la organización necesita: la energía y los combustibles que requirió por ejemplo la producción de las computadoras que una empresa llegue a utilizar.
También las personas tenemos una huella de carbono. Está en el trabajo que realizamos, en los productos que adquirimos, las cosas que hacemos para divertirnos, la forma como viajamos y nos transportamos y prácticamente en todas las áreas de nuestra vida.
Para conocer el efecto de nuestras actividades y estilo de vida podemos usar esta plataforma: http://calculator.carbonfootprint.com/ ingresando la información del tipo de transporte que utilizamos, lo que hacemos y el tipo de cosas que consumimos.
¿Qué hacer para reducir nuestra huella de carbono?
- Transportarnos eligiendo vehículos no motorizados, que no requieran combustibles fósiles como la gasolina o el diesel. Utilizar bicicleta o caminar aportan una huella 0 de carbono. Además ayudan a la salud y a mejorar la movilidad urbana.
- Evitar el uso excesivo de energía eléctrica o de gas. Reducir su consumo, preferir iluminación natural.
- Comprar local. Consumir lo que se produce en lugares cercanos reduce nuestra huella de carbono: lo que compramos no requirió utilizar grandes cantidades de combustible para llegar a nosotros. En general, reducir el perímetro de alcance de nuestras actividades ayuda al medio ambiente. Comprar local, trabajar cerca de casa, “actúa local, piensa global” dice el lema.
- Consumir menos carne. La carne es uno de los alimentos con mayor costo ambiental. (Consume mucho agua, grano cuya producción es costosa y que degrada los suelos y los gases intestinales de las reses contaminan el aire) Si se quiere tener un bajo impacto ambiental se recomienda reducir su consumo o evitarla.
- Tener una huerta. Aprender a producir alimentos orgánicos es sembrar las bases para un futuro donde podamos producir alimentos localmente de manera coordinada. Haciendo la vida en las ciudades un poco más saludable y sostenible.
- Vivir lento
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