“Sabemos que tenemos muchos minerales… pero no es ese el desarrollo que queremos porque la minería trae consigo contaminación y muerte”, dice el presidente municipal.
Regeneración, 19 de abril de 2016.- San Juan Mixtepec, Oaxaca, está lleno de grandes yacimientos, sin embargo nadie apuesta por la minería como una alternativa para “mejorar” su destino y terminar con la pobreza que existe desde tiempos inmemoriales.
Las consecuencias que dejara la explotación de una mina de antimonio en Los Tejocotes en los años 40 para alimentar la industria militar de los Estados Unidos es uno de los principales argumentos para su oposición.
A pesar que 19 mil hectáreas de territorio del municipio mixteco ya están concesionadas por Secretaría de Economía (SE) a la compañía Nacional de Minerales y Metales, S.A. de C.V., para la explotación de antimonio, plata, oro, plomo, zinc, cobre y mercurio y se han hallado vetas de carbono en las lomas cercanas a los márgenes del río Mixteco, los pobladores rechazan ese tipo de “desarrollo”.
“Sabemos que tenemos muchos minerales, incluso se dice que hay hasta uranio, pero no es ese el desarrollo que queremos porque la minería siempre trae consigo contaminación y muerte”, dijo el presidente municipal, Adolfo Gómez Hernández.
Además, independiente a la concesión otorgada por la SE, ha resurgido el interés por los minerales de San Juan Mixtepec y en los últimos años las visitas de geólogos para hacer investigaciones y estudios en diferentes lugares, han sido constantes.
Independientemente de la concesión minera otorgada por la SE, el interés por los minerales San Juan Mixtepec ha resurgido en los últimos años con las constantes visitas de geólogos para hacer investigaciones y exploraciones en diferentes lugares.
“Hace poco vinieron expertos del Servicio Geológico Mexicano con GPS (sistema de posicionamiento global que permite determinar la posición de un objeto) a estudiar y explorar los minerales que hay acá; después, el año pasado, se presentaron otros a revisar el carbón y nos dijeron que es uno de los mejores”, comentó.
Y agregó que los geólogos tuvieron el permiso de la asamblea general de comuneros para realizar las exploraciones “la gente dijo ‘vayan a checar, vean, pero no toquen’. Eso fue solamente lo que se autorizó”.
La postura del pueblo de oponerse a la minería se funda en el saldo negativo que provocó la operación de la mina en Los Tejocotes. Ahí murieron peones por accidentes y otros por enfermedades.
“Muchos de quienes trabajaron murieron ahí por tuberculosis o sepultados. Y no solamente fueron de aquí sino también de Magdalena Peñasco, Tlaxiaco, Santiago Juxtlahuaca, Santa Cruz Nundaco y Tecomaxtlahuaca”, apuntó.
Además, la mina operada en aquel entonces por la Compañía Minera de Oaxaca S.A., filial de la Texas Mining & Smelting Division of National Lead Co., fue la única que obtuvo ganancias por la explotación del antimonio en plena Segunda Guerra Mundial.
“¿Qué ganó el pueblo? Nada, solamente muerte y enfermedades porque todo el dinero fue para los gringos dueños de la mina. Ni siquiera supo a dónde se fue su mineral ni mucho menos supo que influyó para que Estados Unidos ganara la guerra”, refirió.
Aparte, se suma la contaminación de aire y ríos que genera una mina y ese es otro de los puntos clave por los que ciudadanos no permitirán la explotación de ninguna mina.
“Sabemos que en otros lugares de México y el mundo, las minas contaminan con sus desechos y generan muerte. Nosotros nos oponemos porque acabarían con el río Mixteco, que es nuestra fuente de vida. Las vetas encontradas, sobre todo, la de carbón, están a escasa distancia”. Por eso, decimos no”, concluyó.
Con información de Nvinoticias.com.