La Organización de las Naciones Unidas (ONU), ha señalado por primera vez la posibilidad de despenalizar el consumo de drogas
Regeneración, 9 de marzo 2014.-«La ‘despenalización’ del consumo de drogas puede ser una forma eficaz de ‘descongestionar’ las cárceles, redistribuir recursos para asignarlos al tratamiento y facilitar la rehabilitación«, se indica en un informe de 22 páginas de la Oficina de las Naciones Unidas contra la Droga y el Delito (ONUDD).
La despenalización del consumo personal, que se aplica en algunos países europeos, en otros como Canadá o Australia, así como en naciones latinoamericanas como Brasil o Chile, supone que el uso de drogas no sea un delito, sino que se sanciona con alternativas, como multas o terapias, al encarcelamiento.
Uruguay se ha convertido en el primer país que ha legalizado la compraventa y el cultivo de marihuana. Para ello han creado un ente estatal regulador de la droga.
En cualquier caso, la despenalización no supone una legalización ni liberar el acceso a la droga, que según los tratados solo puede usarse con fines médicos y científicos pero no recreativos. Por tanto, el consumo seguiría siendo sancionable (con multas o terapias obligatorias) pero deja de ser un delito penal.
Datos mundiales sobre droga
El próximo jueves y viernes en Viena, la comunidad internacional evaluará en la Comisión de Estupefacientes de la ONU la situación del problema de las drogas y si se cumplen los objetivos pactados en 2009 en una hoja de ruta para una década, cuando en 2014 se ha recorrido ya la mitad del camino.
En 2009, los Estados de la Comisión adoptaron una Declaración Política que preveía que se «elimine o reduzca considerablemente» la oferta y la demanda de drogas hasta el año 2019, un ambicioso objetivo que por ahora está lejos de cumplirse.
El informe apunta progresos «desiguales», pero reconoce que «la magnitud general de la demanda de drogas no ha cambiado sustancialmente a nivel mundial», lo que contrasta con los objetivos fijados en 2009.
Si bien la ONUDD subraya que el mercado de la cocaína y el del cannabis se han reducido, reconoce que el incremento de los estimulantes sintéticos, más difíciles de detectar, y la reciente aparición de centenares de nuevos estupefacientes de última generación contrarrestan esos avances.
La prevalencia mundial del consumo de drogas continúa así «estable» en torno al 5 % de la población adulta, y las muertes anuales causadas por su consumo se sitúan en unas 210.000 personas.
La ONUDD confiesa las dificultades para precisar las tendencias globales de las drogas por la carencia de datos fidedignos sobre el narcotráfico, el dinero negro de los estupefacientes y la fabricación de sustancias sintéticas, entre otros aspectos.
En el apartado de los «reveses» se destaca el empeoramiento de la situación en Afganistán, con una cosecha sin precedentes de adormidera en 2013 -209.000 hectáreas- y con la incertidumbre de la situación tras la salida de las tropas internacionales este año.
La caída del consumo de drogas en los países ricos se ha visto compensada con un aumento en los países en desarrollo, que no están tan preparados ni tienen recursos suficientes, lamenta la ONUDD.
También se indica que «el tráfico de drogas ha desencadenado una oleada de violencia» en América Latina y que en «algunos países de Centroamérica se han registrado los índices de homicidio más elevados del mundo, a menudo con cifras de muertos superiores a las de algunos países afectados por conflictos armados«.
Por último, el informe destaca la importancia de la prevención y el tratamiento, y subraya que los derechos humanos se deben de respetar siempre a la hora de combatir las drogas y critica la aplicación de la pena de muerte por delitos de tráfico o consumo de estupefacientes.
Información de Publico.es