Los padres de los 43 estudiantes de magisterio desaparecidos en el sur de México desconfían de la investigación de las autoridades. Errores en la exhumación de cuerpos impiden identificación
Regeneración, 21 de octubre de 2014. La PGR reconoció ante los familiares de los 43 estudiantes de la normal rural de Ayotzinapa desaparecidos en Iguala que hubo errores en el proceso de exhumación de las primeras fosas halladas hace tres semanas.
Los padres de los normalistas se reunieron el lunes el secretario de Gobernación, Miguel Ángel Osorio Chong, y con el procurador general, Jesús Murillo Karam, quienes atribuyeron los errores a la Procuraduría de Guerrero, encargada inicial de la investigación.
“Lo que nos dicen, y lo que hemos corroborado con nuestros peritos, es un mal procedimiento para la exhumación de la Procuraduría de Justicia del Estado de Guerrero. Hicieron una intervención inadecuada en el proceso de identificación”, comentó Vidulfo Rosales, integrante del Centro de Derechos Humanos Tlachinollan al salir de la reunión.
Cerca de 60 familiares de los normalistas acudieron en autobuses desde Ayotzinapa hasta Acapulco para conocer por primera vez los detalles de la investigación tras la desaparición de los estudiantes hace casi un mes.
A pesar de que Murillo Karam descartó el 15 de octubre que los 28 cuerpos encontrados en cinco fosas en Iguala fueran de los estudiantes, frente a los padres, el titular de la PGR apuntó que no es posible llegar a una conclusión hasta que los estudios forenses terminen.
“Nos dijeron que hay algunos detenidos que están interrogando y que los están acercando a los muchachos, pero nada más”, relató Felipe de la Cruz, del comité de la Escuela Normal Rural de Ayotzinapa, “No confiamos en su investigación porque no vemos resultados”. Las familias han asegurado que seguirán con sus labores de búsqueda independientes de las autoridades.
Ha pasado casi un mes desde que los normalistas desaparecieron. La Policía Municipal de Iguala los detuvo y supuestamente los entregó a sicarios del cartel Guerreros Unidos la noche del 26 de septiembre. Los rostros de los 43 estudiantes fueron publicados este lunes en los principales periódicos de México. La PGR ofrece una recompensa por información que ayude a encontrar a los normalistas o a los responsables de su desaparición.
Entre las voces que demandan una solución pronta al caso se ha levantado la del sacerdote Alejandro Solalinde. El cura, que en los últimos años ha trabajado ayudando a los migrantes centroamericanos que cruzan México, quien se presentó en la PGR para presentar el testimonio de cuatro personas que hablaron con él y le aseguraron que los 43 estudiantes fueron asesinados y quemados. Solalinde contó a los periodistas que los estudiantes fueron asesinados en las cercanías de Iguala en un sitio donde la Policía Municipal los llevó para prenderles fuego con leña y diesel.
Según el relato del sacerdote, uno de los testigos le enseñó un mapa del sitio donde posiblemente estarían los cuerpos de los normalistas, al norte del Estado de Guerrero, no muy lejos del sitio donde fueron detenidos. Hasta ahora, las autoridades no han aceptado el testimonio del sacerdote pero han programado un encuentro entre el cura y el procurador general para los próximos días. “Este gobierno está apostando por un control de daños políticos, más que por una solución o justicia”, ha cuestionado Solalinde.
Durante el fin de semana, el gobierno federal intervino en 14 municipios de Guerrero y uno del Estado de México y asignó la vigilancia policial a las fuerzas federales. Porque “hay evidencia de infiltración del crimen organizado” con las autoridades locales.