Leer y escribir es un acto político, así lo considera el Movimiento Popular la Dignidad en Argentina, quienes se han encargado de hacer campañas de alfabetización para dar herramientas de organización a las poblaciones más vulnerables de Buenos Aires.
Por Fabiola Rocha
Regeneración 26 de abril del 2016.- Desde hace más de 15 años, el Movimiento Popular la Dignidad en Argentina se ha dedicado a enseñar a leer y escribir a los residentes de las Villas de Buenos Aires, su objetivo es empoderarlos y mostrarles la forma en que ellos podrían organizarse.
“En alguna ocasión, una compañera que no sabía leer, acudió a la alfabetización y aprendió, después, revisó el teléfono de su marido, leyó los mensajes y se dio cuenta de que él estaba saliendo con alguien y se separó de él. Ahí jugó la campaña de alfabetización”, compartió una de las integrantes del Movimiento Social la Dignidad.
Además de la discusión moral sobre si está bien o mal revisar el celular del marido, poder leer permitió que esta mujer tomara la decisión de separarse de una relación en la que no estaba en las mismas condiciones, la empoderó; un ejemplo individual que después podría transformarse en acciones políticas en lo colectivo.
Y ese es el objetivo principal de la campaña de alfabetización que empezó alrededor del año 2009, impulsado por el Movimiento Popular la Dignidad en Argentina, dijo Mafalda Sánchez, integrante de la organización.
“Trabajamos la educación, desde la educación popular”, dijo, “nos parece que la alfabetización es una primera etapa muy importante porque facilita la expresión, el poder participar, animarse a decir lo que se piensa, y lo que genera el cambio individual en esa persona es después un cambio en lo colectivo porque después esa compañera se anima a participar a poder hablar en una asamblea, lee un texto y lo comprende, opina”.
Y se basan en el concepto de “educación popular” porque es una herramienta de transformación del sistema pedagógico que utiliza la experiencia de las personas como elemento principal.
“La educación popular es una herramienta de transformación y de poder modificar el poder educativo a un aprendizaje mutuo, creemos que todas las personas tenemos experiencia, tenemos saberes, que el no saber leer y escribir es un factor que si bien imposibilita un montón de cosas, se saben un montón de otras cosas, intentamos que así como para la persona para la que se alfabetiza sea un proceso de aprendizaje, para la persona que va a alfabetizar sea un aprendizaje también”, contó Sánchez.
La Dignidad
El Movimiento Popular La Dignidad empezó en Argentina poco antes del 2001, cuando la situación económica, social y política de precariedad derivó en el llamado “Argentinazo”; en aquel entonces, muchas personas no tenían ni qué comer derivado del saqueo y las políticas neoliberales que dejaron sin liquidez al País. Había desempleo que era casi del 50 por ciento, un millón de pobres, de personas que entraban a la capital de Buenos Aires a comer de la basura, eso fue el 2001 y la gente salió a la calle y los tiró abajo.
El movimiento surgió de necesidades concretas, que en aquel entonces eran comer, siguió Mafalda, pero los procesos políticos fueron cambiando. Más tarde, hicieron un análisis de la necesidad de que la población tuviera herramientas para auto organizarse y luchar por las necesidades de su comunidad, entonces se integró la campaña de alfabetización, que desde el 2009 capacita a facilitadores cada tres meses.
Desde entonces a la fecha hay muchos cambios.
“En las villas nos venimos dando el proceso de armar una estructura que les permita a los villeros y villeras decidir sobre sus barrios, hemos sacado a la militancia (miembros del Movimiento), de manera que los compañeros y compañeras que viven ahí asuman, que queden a la cabeza, que decidan, que tengan sus estructuras, que tengan estructuras más amplias en las qué decidir, que se presenten a elecciones”, compartió.
Hoy La Dignidad es un movimiento nacional que tiene representaciones en varios lugares de la provincia, y que incluso está pensando en convertirse en Partido Político.
“Nosotros somos un movimiento social y político, sin embargo creemos que el partido es una herramienta que nos puede servir en determinado momentos políticos, coyunturales para poder incidir más aún en la política general, entonces hace unos tres o cuatro años que nos venimos dando un proceso de armar nuestro partido”, comentó.
La Dignidad no sólo trabaja la educación en las Villas, también impulsan programas sociales de Salud Popular, Seguridad, y presionan al gobierno, siempre con objetivos muy claros, lo que les permite, incluso, organizar la manera en la que van a pedir tal o cual cosa. Armando planes de lucha.
“Diferimos con la izquierda tradicional porque ellos no buscan la forma de que de la marcha obtener algo que después le sirva a un sector determinado, hay que ir recreando, a veces haces una acampa, una marcha, tomar un ministerio, a veces haces movida más mediática, hay que ir siendo flexible y hacer cosas nuevas”, criticó.
En el presente en Argentina, las cosas parecen cada día más complicadas con una inflación altísima y el encarecimiento de los productos de la canasta básica, La Dignidad teme que las necesidades vuelvan a ser comer, pero aunque eso sucediera, ahora están más preparados para enfrentarlo.