Cuatro meses después de su detención, en entrevista desde la cárcel de Tepic, Marco Antonio Suástegui Muñoz, líder de los opositores a la presa La Parota, narra los tormentos a que fue sometido por policías ministeriales y un comandante que le decía: “Eso te pasa porque te portaste mal con el jefe»
Maribel Gutiérrez
Regeneración, 28 de octubre de 2014. El vocero del Consejo de Ejidos y Comunidades Opositoras a la Presa La Parota (Cecop), Marco Antonio Suástegui Muñoz, reveló que cuando fue detenido el 17 de junio, fue torturado por policías ministeriales y señaló como responsable de su detención y tortura al gobernador Ángel Aguirre Rivero, ahora retirado del cargo. Los policías ministeriales, en la comandancia de El Coloso, mientras lo golpeaban a patadas y puñetazos y le jalaban los testículos, le decían, “esto te pasa porque te portaste mal con el jefe”, en referencia al gobernador Ángel Aguirre Rivero.
Marco Antonio Suástegui exige su inmediata libertad porque el principal delito por el que está en prisión, que es robo agravado, del que el empresario que lo acusa no ha presentado pruebas, con base en la ley puede ser reclasificado a robo simple para que pueda obtener su libertad mediante el pago de una fianza. A más de cuatro meses de su encarcelamiento en el penal federal de Tepic, Nayarit, Marco Antonio Suástegui, el pasado jueves 23 pidió a su esposa, María de Jesús de Suástegui, que diera a conocer la tortura a que fue sometido y las condiciones en que se encuentra recluido, y quién es el responsable de estos tratos.
La tortura que sufrió es una venganza de Aguirre, dijo el dirigente de los opositores a La Parota a su esposa, y le pidió que lo difundiera en los medios. La venganza se debe, le dijo, a que lo llamó traidor, porque primero, él suscribió los acuerdos de Cacahuatepec, el 16 de agosto de 2012, en los que se comprometió a gestionar una audiencia con el presidente de la República para plantearle la demanda de la cancelación definitiva del proyecto La Parota. Aguirre no cumplió, y el 4 de diciembre de 2013, opositores a La Parota encabezados por Suástegui cercaron la camioneta en la que llegó el gobernador al territorio de los Bienes Comunales de Cacahuatepec con comitiva e invitados especiales para entregar ayuda a damnificados por la tormenta Manuel, y lo retuvieron unos minutos. Suástegui le reclamó que en lugar de cumplir los acuerdos de Cacahuatepec su gobierno tenía más órdenes de aprehensión contra opositores a La Parota, y delante de sus invitados le reclamó: “¿Me quieres llevar detenido o me quieres mandar a matar también?”
En adelante, con frecuencia Suástegui reclamaba la traición de Aguirre porque no cumplió los acuerdos de Cacahuatepec y los opositores temían que se echara adelante el proyecto de La Presa en este año, para el que ya está aprobado el presupuesto. Este jueves, Suástegui también manifestó que su encarcelamiento se debe a la intención de la CFE y del gobierno de hacer la presa, sin el vocero a la cabeza del movimiento opositor, que ha impedido el proyecto durante más de 11 años mediante acciones como el bloqueo de los caminos y la retención de máquinas y personal. María de Jesús salía de la visita a las 5 de la tarde del jueves, cuando el gobernador Aguirre aún no daba a conocer que enviaría su solicitud de licencia al Congreso de Guerrero para retirarse del cargo. Cuando decidió dar a conocer “la venganza de Aguirre”, éste todavía estaba era gobernador. Aguirre anunció su separación en una conferencia de prensa que comenzó a las 5:50, cuando María de Jesús ya había salido de la visita.
El retraso en la denuncia de las torturas
–¿Por qué hasta ahora da a conocer lo que pasó cuando fue detenido hace más de cuatro meses? – Antes no quería que se supiera, porque dice que la finalidad del gobernador para mandarlo detener y torturar es debilitar el movimiento contra la presa, y no quería decir para que el gobernador no creyera que se estaba debilitando, no quería que lo vieran derrotado, quebrado, no quería que el gobernador creyera que estaba cumpliendo su objetivo. “Ahora pide que se publique, y que al mismo tiempo se sepa que no se va rendir, que no lo va a vencer”.
Golpiza incesante, encerrado en un camión bajo el sol y en un cuarto lleno de excremento
María de Jesús de Suástegui cuenta ahora lo que pasó después de que policías ministeriales detuvieron a Marco Antonio, a las 9 de la mañana el 17 de junio, afuera de su casa en el fraccionamiento Magallanes de Acapulco: “En mi primera visita me contó cómo lo agarraron. Y ahora me pidió que se publicara. “El 17 de junio, Marco Antonio estaba subiendo a su carro, un Sentra gris, afuera de la casa vio un carro blanco marca Tida, donde iban tres hombres, después lo rodearon en otras dos camionetas blancas, con más hombres altos y robustos que no se identificaron. Marco se subió a su carro para alejarse, para huir, pero lo rodearon en la esquina cerca de mi casa, le dijeron que se bajara, con groserías, no le presentaron orden de aprehensión ni le dijeron a dónde se lo llevaban. Le gritaban groserías, le cerraron los cristales de su carro y lo sacaron jalándolo, golpeándolo y con groserías. “Marco no quería bajarse de su carro, se lo llevaron a fuerza, lo metieron a una camioneta, en la cabina. “Lo llevaron a una oficina, que se cree que es la comandancia de la Policía Ministerial de El Coloso. Estaba esposado de pies y manos. Lo pusieron frente a un comandante, le dijo que se hincara. Marco Antonio no quiso hincarse, dijo que no, que no tenía porqué hincarse. En eso llegaron otros policías ministeriales que lo golpearon con unos palos en las rodillas para hincarlo a la fuerza. Marco Antonio se cayó, ya estaba en el suelo, lo patearon, le quitaron su ropa, lo dejaron completamente desnudo, y lo seguían golpeando. “Estaba todavía frente al comandante, y lo golpeaban otros hombres, no paraban de golpearlo, mucho, mucho tiempo, pensó que lo iban a matar a golpes. Oyó que otro gritó: ya déjenlo, lo van a matar y vamos a tener una broncota si lo matan. “Cuando lo pateaban y lo golpeaban con unos palos, le decían: eso te pasa por portarte así con el jefe. El jefe es el gobernador Ángel Aguirre. “Marco Antonio me dice que es una venganza del gobernador por llamarlo traidor. Dice que su encierro y los golpes, todo lo que sufrió es una venganza de Aguirre. “Después dice que lo aventaron debajo de un escritorio, y seguían golpeándolo a patadas y puñetazos. “Lo jalaban de los testículos, y le decían: eso te pasa por portarte así con el jefe, eso te pasa por cabrón, te va llevar la chingada. “Le hablaban con puras groserías y amenazas, le decían que ya se lo había cargado la chingada. Le decían: “no que ahora sí muy cabrón, no que muchos güevos, y le jalaban los testículos. Estaba desnudo, fue muy humillante”. Suástegui calcula que a la comandancia se lo llevaron después las 9 de la mañana. Después de golpearlo ahí, ya lastimado, lo metieron a un camión cerrado, en ese camión lo tuvieron seis horas, dos horas bajo el sol, sudaba a chorros, tenía sed y no le dieron agua, y cuatro horas lo tuvieron en el mismo camión, pero ya lo quitaron del sol, nadie le dio agua. Las notas periodísticas informaron que ese día lo llevaron a la cárcel de Acapulco, en Las Cruces, pero él dice que no lo pusieron ante un juez ni declaró nada. María de Jesús cuenta: “No había tenido contacto con nadie. En Las Cruces dice que vio a una vecina y le gritó: dile a mis familiares que estoy aquí y me quieren llevar a Tepic. Pero la vecina tuvo miedo y no dijo nada, se espantó cuando lo vio esposado, golpeado y sangrando, y sólo se hizo para atrás, como horrorizada. “De ahí se lo llevaron en una camioneta por paso Texca hacia La Unión por la carretera de la Costa Grande. Lo llevaban con la cara tapada con su playera para que no pudiera ver nada. “De la carretera de paso Texca le dieron por una brecha muy fea, un camino accidentado, separado de la carretera, y pensó que lo llevaban ahí para matarlo. “Regresaron a la carretera y cuando llegaron a la cárcel de La Unión le quitaron la playera de la cara. Iba pidiendo agua por el camino, y los policías que lo llevaban no le dieron, y se burlaban, uno de ellos respondía: ¿agua?, ¿qué es eso?. Se iba deshidratando. Cuando llegó a La Unión pidió agua, a gritos, y no le dieron. “En la cárcel de La Unión lo aventaron a un cuarto chiquito, lleno de excremento, sin ventilación, por un pequeño orificio sacaba la cara para respirar. No le dieron agua ni comida, ni lo pasaron con el juez. “Al día siguiente, el 18 en la mañana lo sacaron de La Unión y se lo llevaron en avión a Tepic, sin decirle nada, sin darle alguna explicación. “En la cárcel de Tepic lo pusieron directamente en un módulo. Durante dos días en Tepic no le dieron agua ni comida, pedía agua a gritos, y sólo un interno se apiadó y le dio un poco de agua y una galleta, a riesgo de que lo sancionaran porque está prohibido que un interno le dé agua y comida a otro”.
Pide Suástegui al nuevo gobernador la libertad de sus compañeros del Cecop y la propia
La salida de Ángel Aguirre Rivero de la gubernatura y la llegada de un nuevo gobernador abre la puerta a la esperanza de que se hará justicia para los normalistas de Ayotzinapa y para los presos políticos, opinó el vocero del Consejo de Ejidos y Comunidades Opositoras a la Presa La Parota (Cecop), Marco Antonio Suástegui Muñoz. Desde la cárcel federal de máxima seguridad de Tepic, Nayarit, Suástegui pidió al gobernador interino su libertad y la de sus compañeros presos del Cecop, María de la Cruz, Emilio Hernández y Julio Ventura. Envió el mensaje por medio de su esposa, María de Jesús de Suástegui, al gobernador interino, ayer en la tarde, aunque debido al aislamiento en que se encuentra, todavía no sabía que el sustituto de Aguirre Rivero es el universitario Rogelio Ortega Martínez. Ayer, el vocero del Cecop recluido en el penal federal recibió con esperanza la noticia de la licencia otorgada a Aguirre para retirarse del cargo, porque considera que la tortura que le infligieron policías ministeriales cuando fue detenido el 17 de junio pasado es una venganza política del entonces gobernador, y que éste era un obstáculo para su liberación, a pesar de que legalmente no se sustenta que esté encarcelado y menos alejado y aislado en Tepic. También dijo que espera que el próximo gobernador haga justicia por todos los hechos que realizó el gobernador anterior, que de verdad aplique la justicia y resuelva todos los casos de los luchadores sociales que están injustamente presos. A consecuencia de la tortura y el trato que recibe en Tepic, Suástegui está enfermo, lesionado de la columna vertebral, el pie derecho y las rodillas, y no ha recibido atención médica. Pero cuando supo la noticia de la salida de Aguirre se animó, relató su esposa. Pidió a sus compañeros del Cecop que participen en los movimientos con los normalistas de Ayotzinapa para que se haga justicia por la masacre de Iguala, que se castigue a todos los responsables, y se localice a los 43 estudiantes de-saparecidos. También pidió que demanden al nuevo gobernador la libertad de los cuatro integrantes del Cecop que están presos por delitos fabricados, tres en Acapulco, y el propio vocero en Tepic. Insistió en que, al estar encarcelado en el penal de máxima seguridad de Tepic se le niega en los hechos el derecho a defenderse, por la lejanía con su familia, con sus compañeros y con sus abogados, y lo costoso de los traslados desde Acapulco. Por eso, pide su regreso a Guerrero y su libertad bajo fianza para defenderse, demostrar que su encarcelamiento es injusto y obtener su libertad plena. (Redacción)