Por Antonio Gershenson | La Jornada
Los discursos oficiales se esfuerzan, sin éxito, por cambiar el rumbo de la realidad y sus cambios. Vamos a ocuparnos de la situación petrolera, en sus diferentes aspectos, actualizando precios y producciones.
El precio internacional, y por lo tanto el nacional, del petróleo crudo, se ha venido abajo. De más de 100 dólares por barril, cae a alrededor de 16 dólares. Pero además se reduce la capacidad de producción de petróleo crudo, de 3.383 millones de barriles diarios en 2004, a 2.391 millones, una caída de 29 por ciento en la producción.
Se reduce también la producción de gas no asociado, que es donde tienen los monopolios extranjeros el control de la gran mayoría. Para negarles su tesis de entrega a las trasnacionales, desde 2007, 2 mil 613 millones de pies cúbicos diarios (mmpcd), hasta 2014, promediando lo disponible (hasta agosto), la producción bajó a mil 665 mmpcd, una caída de 64 por ciento. ¡Esa es la gran eficiencia de las empresas extranjeras, que para gastar sí son buenas! La producción de gas asociado, controlada por Pemex, a la que quieren reducir lo máximo posible, en ese mismo periodo pasó de 2005 con 2mil 954 mmpcd, a 2014 hasta agosto, de 4 mil 105 mmpcd. Aumentó 28 por ciento.
Ponemos algunos ejemplos de unidades de producción importantes. Empezamos por áreas controladas por trasnacionales.
En Burgos, productora de gas natural por contratos concedidos a empresas extranjeras por 15 y 20 años, y que fue la mayor productora del país, la producción cayó de mil 515 mmpcd en 2009 a mil 105 mmpcd en 2014 (hasta agosto), caída de 27 por ciento.
En Veracruz, entregada por contratos a empresas privadas, la producción de gas natural cayó de 956 mmpcd en 2008 a 444 mmpcd en el mismo periodo de 2014. La baja fue a 46 por ciento de la producción.
En diferencia, en Litoral de Tabasco, operada por Pemex y por ingenieros, técnicos y equipos de Pemex, su producción de gas natural pasó de 87 mmpcd en 2003 a 820 mmpcd en el mismo periodo de 2014, un aumento de más de nueve veces.
Si comparamos la producción de petróleo crudo de Litoral de Tabasco con la mencionada producción nacional que cayó 29 por ciento, esta producción de 2003 a agosto de 2014 pasó de 38.6 mil barriles diarios, a 338 mil. El aumento fue de más de ocho veces. Y eso es lo que les quieren regalar a las trasnacionales.
En Chicontepec, también entregada a costos carísimos a trasnacionales, la producción de petróleo crudo cayó de 75 mil barriles diarios en enero de 2013 a 47 mil barriles en septiembre de 2014. Una baja de 37 por ciento en menos de dos años, y pagando un dineral.
En estas fechas recientes se ve que los discursos no han cambiado la situación, en ninguno de los planos, ni la pueden cambiar.
Sí, necesitamos un cambio, pero no el que proclaman los discursos. Necesitamos un cambio con recuperación de los bienes nacionales, incluso en la industria petrolera, y hacerlos funcionar con las ideas de la expropiación, y de los años en los que nuestro crecimiento fue de 6 por ciento, actualizadas y en beneficio del pueblo, no de las trasnacionales en primer lugar, y en segundo de los multimillonarios locales, que incluyen a altos funcionarios.
Insistimos: los discursos no van a resolver los problemas. Ni los asesinatos, ni los de la economía nacional, ni menos los de la industria petrolera, que para ellos es un botín para entregar en primer lugar a las empresas extranjeras.