Texas tiene muchas historias de sucesos paranormales, pero en esta ocasión hablaremos de un campamento en el que fueron asesinadas varias jóvenes. Los lugareños aseguran que sus almas siguen penando. Tenemos un testimonio.
Por Luis Orlando Montane
RegeneraciónMx, 20 de enero de 2022.- Texas, el estado donde nací y donde he convivido toda mi vida, está rodeado de tantas leyendas urbanas, cultos y crímenes tan macabros que por años han atormentado a la sociedad, a tal grado que los medios lo han catalogado como el estado más grande y más peligroso de Estados Unidos.
En esta ocasión les hablaré de los Campamentos Lulú, localizados en la ciudad de Brownsville, en la frontera con Matamoros, Tamaulipas. Dentro de los bosques de esa ciudad hay una especie de colonia de varios campamentos alrededor de una carretera. Por ambos lados del camino encuentras cabañas que se rentan por un precio accesible y son perfectas para pasar unos días de descanso con la familia. Muy recomendables. Después de manejar varias millas adentro llegas a un callejón sin salida y de lado derecho se encuentra el Campamento Lulú, el cual fue clausurado en 1980, después de que un maestro consejero asesinara a varias estudiantes que estaban bajo su cuidado.
Hay varias versiones del asesinato y los habitantes de la zona se las cuentan a los turistas y a la gente que pregunta sobre lo ocurrido. Unos dicen que el consejero lo había planeado todo y aprovechó que las estudiantes dormían para asesinarlas, una por una, y luego violarlas. Otra versión cuenta que el maestro consejero fue poseído por un espíritu maligno que ronda por esos bosques, como él mismo dijo ante las autoridades.
Los vecinos aseguran que se escuchan sonidos extraños por ahí y que han visto a un hombre caminar de noche por el área y desaparecer de la nada desde hace varias décadas, incluso desde antes del famoso asesinato múltiple. A partir de ahí, jóvenes y turistas asisten a ese campamento de noche a fin de confirmar la leyenda urbana, que también agrega supuestos gritos de las jóvenes asesinadas por el consejero de su escuela.
Una subscriptora de nuestro canal de YouTube Relatos de pesadilla nos contactó desde Monterrey, Nuevo León, para relatarnos de viva voz una historia sobre el campamento, que aquí retomaré. Ella nos pidió omitir su nombre y vamos a respetar su petición, así que la llamaremos ‘Gisela’.
“Estaba con mis primos que viven ahí en Brownsville. Ellos ya sabían de esa leyenda y decidimos ir a un rancho o campamento, o lo que sea, y como estábamos chavitos pues buscábamos adrenalina. Yo era la mayor, tenía 16 años. Les dije que no iba porque no conocía el área, pero la verdad es que me daba miedo porque ya me habían sucedido cosas paranormales. Uno de mis primos se ofreció a manejar hacia ese rancho o cabañas o lo que fuera. Llegamos al área, la entrada era pura terracería y hasta el fondo, al final del camino, estaba el portón con el nombre de ese campamento.
Eran aproximadamente las 10 pm y nos bajamos del carro para confirmar si era cierto lo de los lamentos de mujeres, el señor caminando y todo lo que se decía, pero no vimos ni escuchamos nada paranormal, sólo se escuchaban grillos y búhos. Aunque sí pudimos observar unas nubes raras que estaban muy cerca de nosotros y era una noche despejada. Dicen que son las almas de las muchachas que fueron asesinadas ahí.
Las nubes parecían humo de carne asada, pero el lugar estaba abandonado, así que descartado lo de la carnita (ya me estaba dando hambre). Decidimos retirarnos después de no experimentar algo sobrenatural. Dimos la vuelta para irnos de ahí muy decepcionados cuando de repente el carro, de la nada, se apagó, y todos pegamos el grito. Se sentía frío y el carro no quería prende, como si se hubiera descargado la batería. Todos le gritábamos a mi primo que se apurara en prender el carro, pero él contestaba que no se podía. De repente, en la orilla del camino, todos vimos pasar a un señor. Estaba oscuro y ni la luz de la luna nos podía iluminar por los enormes árboles que nos rodeaban. De repente, el carro prendió y volteamos a ver al señor y ya no estaba. Era imposible que desapareciera, ya que era monte y el portón era enorme e imposible de cruzarlo y sólo habían pasado segundos después de que lo habíamos visto. Obvio que al prender el coche salimos patinando llanta de ahí».
Así como este testimonio hay muchos en ese sector. El estado de Texas tiene muchas leyendas urbanas, eventos de crímenes que han atormentado a la sociedad como lo sucedido en Waco, en San Antonio, donde hubo enfrentamientos de guerrilleros provocando varios eventos paranormales. En este espacio estaremos informándoles sobre sucesos de este tipo o que simplemente no tienen explicación. De algo podemos estar seguros: el terror lo provocamos nosotros mismos, los humanos, desde que cometemos un crimen. Los fantasmas que no descansan fueron generados por el mismo ser humano.
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