Macron y Le Pen a segunda vuelta presidencial en Francia

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Según los primeros resultados preliminares en Francia, Emmanuel Macron, el candidato independiente europeísta ganó la primera vuelta de las elecciones presidenciales con 23.7%; la ultraderechista Marine Le Pen quedó en segundo lugar con un 21.7%. En tercer lugar está el conservador François Fillon y Jean Luc Melenchon. El 7 de mayo será la segunda vuelta entre Macron y Le Pen.

Regeneración, 23 de abril de 2017. De acuerdo con las tendencias difundidas en la primera vuelta las elecciones presidenciales en Francia, el primer lugar lo ganó el centrista Emmanuel Macron (En Marcha!); le sigue la ultraderechista Marine Le Pen (Frente Nacional); en tercer lugar estaría el conservador François Fillon (Los Republicanos); y muy cerca sigue el candidato de izquierda Jean-Luc Mélenchon (Francia Insumisa).

De acuerdo con un sondeo del instituto Ipsos, el banquero Macron, exministro de Economía habría obtenido el 23.7 por ciento de los votos en la jornada electoral. La ultraderechista Marine Le Pen habría quedado en segundo lugar con un 21.7 por ciento de los votos, por lo que se clasificaría para disputar la segunda y definitiva vuelta frente a Macron el próximo 7 de mayo. Según los datos disponibles, se registró una abstención de un 20 por ciento.

Tanto el conservador Fillon com el socialista Benoit Hamon llamaron a sus simpatizantes a votar en la segunda vuelta por Emmanuel Macron.

Un total de 45.67 millones de franceses con derecho a voto fueron convocados a las urnas para la designación del próximo presidente galo para el periodo 2017-2022.

El centrista proeuropeo Emmanuel Macron y la ultraderechista Marine Le Pen encabezan la primera vuelta de las elecciones presidenciales en Francia, que contó con una alta participación pese a la amenaza terrorista, según las primeras estimaciones difundidas este domingo.

Macron ganó con un 23.7 por ciento de los votos, seguido por Le Pen con un 21.7 por ciento, según una estimación de Ipsos/Sopra Steria.

La encuestadora Harris Interactive, en tanto, proyectó que Macron obtuvo el 23 por ciento de los votos y Le Pen un 22 por ciento, mientras que una estimación del Ifop situó a Macron con un 23.8 por ciento y a Le Pen con un 21.6 por ciento.

Este resultado sería un revés para los partidos tradicionales que se han alternado en el poder durante décadas: el socialista del presidente saliente François Hollande y los conservadores liderados por François Fillon.

Macron, banquero de 39 años y su nuevo partido ¡En Marcha!, Macron ha ganado una apuesta que muchos daban por perdida hasta el comienzo de 2017, cuando empezó a despuntar en las encuestas.

Macron dijo que «hoy cerramos claramente una página de la vida política francesa».

«Los franceses han expresado su deseo de renovación», declaró el exministro de Economía de François Hollande, que con 39 años podría convertirse en el presidente más joven de la historia de Francia.

Marine Le Pen, de 48 años, ha repetido la hazaña de su padre 15 años después, capitalizando el hartazgo de los franceses con el sistema.

Le Pen celebró un «resultado histórico». «Hemos superado una etapa», declaró la líder del Frente Nacional (FN), urgiendo a los franceses a «aprovechar esta oportunidad única» para «liberar al pueblo francés».

Cualquiera de los dos haría historia: Macron como el presidente más joven de Francia y ella como la primera mujer en la jefatura del Estado. Macron, exministro de Economía de Hollande, ha hecho campaña con un programa abiertamente europeísta y liberal. Si se impusiera Marine Le Pen se avecinaría en cambio una época de gran incertidumbre para la UE debido a su defensa de la salida del euro, que podría propinar un golpe fatal a un bloque ya debilitado por el Brexit.

La ultraderechista se benefició de la misma “ola populista” que propulsó la victoria de Donald Trump en Estados Unidos, con un programa centrado en el «patriotismo» y la «preferencia nacional».

El pase a la segunda vuelta de estos dos candidatos confirma lo que los sondeos venían anunciado desde hacía semanas, aunque el suspense se mantuvo hasta el último minuto debido a la corta distancia con sus dos principales rivales: Fillon y el izquierdista Jean-Luc Mélenchon.

Pese a la amenaza de atentados yihadistas que planeaba sobre estos comicios, los franceses no se dejaron amedrentar y acudieron masivamente a las urnas. La participación fue una de las más altas de los últimos 40 años.

La recta final de la campaña se vio sacudida esta semana por un ataque en la emblemática avenida de los Campos Elíseos de París y el desbaratamiento de un atentado inminente, en un país ya traumatizado por una ola de ataques yihadistas que ha provocado más de 230 muertos desde 2015.

En este clima de tensión máxima, las autoridades no escatimaron en medios para garantizar la seguridad en todo el territorio, con el despliegue de más de 50 mil policías y gendarmes, que contaron con la ayuda de siete mil militares.

A nivel interno, estas elecciones son consideradas cruciales en un país con una economía maltrecha por el desempleo y un crecimiento que no acaba de arrancar desde la crisis de 2008.

La carrera por el Elíseo ha sido muy atípica. Debilitado por una impopularidad récord, Hollande se vio obligado a renunciar a presentarse de nuevo, algo nunca visto en Francia en más de 60 años.

Su primer ministro Manuel Valls fue eliminado en las primarias socialistas en las que se impuso un candidato más a la izquierda, Benoît Hamon, el gran derrotado del día.

La campaña estuvo marcada además por los enredos judiciales de varios candidatos, lo que relegó a un segundo plano el debate de los temas de fondo.

Fillon perdió su condición de favorito a finales de enero después de que la prensa revelara que su esposa y dos de sus cinco hijos se beneficiaron de empleos públicos presuntamente ficticios por los que cobraron cientos de miles de euros.

Imputado por desvío de fondos públicos y apropiación indebida de bienes sociales, Fillon, que clama su inocencia, se aferró a su candidatura.

No fue el único candidato con problemas con la justicia. Marine Le Pen es también objeto de una investigación por empleos presuntamente ficticios en el Parlamento Europeo, donde ocupa un escaño, y por supuestas irregularidades en el financiamiento de campañas pasadas. Sin embargo ella se niega a ser interrogada por la justicia, invocando su inmunidad parlamentaria.

La última sorpresa en la campaña llegó de la mano de la izquierda radical. Mélenchon, un ex socialista convertido en estandarte de la «Francia insumisa», se coló entre los favoritos con un discurso combativo contra lo que él considera «la casta» política y contra la política de austeridad de Europa.

Macron y Le Pen disponen ahora de 15 días para convencer a los 47 millones de electores de que son la mejor opción para dirigir el país.

Solamente ellos los dos primeros disputarán la segunda vuelta que tendrá lugar el 7 de mayo y de la que saldrá elegido el próximo presidente de Francia que sucederá al actual, el socialista Francois Hollande.

(Con información de Notimex, El País y Le Monde)