Maduro: protesta en Venezuela señal de que Estados Unidos quiere nuestro petróleo

En una entrevista en exclusiva para The Guardian, el presidente de Venezuela manifiesta que la administración de Obama está fomentando la confrontación civil con el objetivo de provocar un golpe de estado a ‘cámara lenta’ al estilo de Ucrania.

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El presidente de Venezuela ha acusado a los Estados Unidos de usar una sucesión de protestas callejeras para orquestar un golpe «a cámara lenta» al estilo de Ucrania contra su gobierno y «ponerle la mano al petróleo venezolano».

En una entrevista exclusiva para the Guardian, Nicolás Maduro, que fue elegido el año pasado tras la muerte de Hugo Chávez, manifestó que lo que él denomina una «revuelta de los ricos» fracasará debido a que la «revolución bolivariana» de Venezuela está más profundamente asentada ahora que cuando rechazó el golpe de estado respaldado por los EEUU contra Chávez en el año 2002.

Venezuela, donde hoy en día se estima que se encuentran las reservas de petróleo más grandes del mundo, ha tenido que hacer frente a continuas protestas violentas desde principios del mes de Febrero que se han centrado en la inflación, la escasez de productos básicos y el crimen y que comenzaron cuando los líderes de la oposición lanzaron una campaña para derrocar a Maduro y a su régimen socialista bajo el slogan de «La salida».

«Tratan de vender al mundo la idea de que en Venezuela hay protestas, una especie de primavera árabe» declaró. «Pero en Venezuela ya tuvimos nuestra primavera: nuestra revolución que le abrió el camino a la Venezuela del siglo XXI».

El conflicto se ha cobrado la vida de 39 personas y ha sido un reto importante para el gobierno de Maduro. El Lunes el presidente venezolano dio su acuerdo a una propuesta de negociaciones de paz con los líderes de la oposición que hasta ahora habían rehusado formar parte de un diálogo liderado por el gobierno y que ha sido elaborada por la Unión de Naciones Suramericanas, Unasur.

Los EEUU niegan estar involucrados y declaran que Venezuela está usando la excusa de una amenaza de golpe de estado para actuar con contundencia contra la oposición Human Rights Watch y destacados representantes de la Iglesia Católica de Venezuela han condenado la gestión de las protestas por parte del gobierno mientras que Amnistía Internacional ha denunciado violaciones de los derechos humanos por ambas partes.

Maduro manifestó que Venezuela se está enfrentando a un tipo «de guerra no convencional que los Estados Unidos ha perfeccionado a lo largo de décadas», y mencionó una serie de golpes de estado o intentos de golpe de estado respaldados por los EEUU desde 1960 en Brasil hasta Honduras en 2009.

El antiguo conductor de autobús y líder sindical, en declaraciones desde el palacio presidencial de Miraflores, dijo que la oposición en Venezuela ha «tenido el objetivo de trancar todas las ciudades principales del país, un poco copiando, de manera muy mala lo que sucedió en Kiev, donde fueron trancando las avenidas principales de la ciudades hasta que hicieron ingobernable Kiev, Ucrania y derrocaron al gobierno democrático». La oposición venezolana tenía, según Maduro, un «plan parecido».

«Tratan de acrecentar problemas económicos a través de una guerra económica para desabastecer el mercado de productos y disparar una inflación ficticia», declaró maduro, «crean problemas de carácter social, molestia, insatisfacción política y violencia y buscan la imagen de incendios para justificar un proceso de aislamiento internacional e incluso de intervención»

Hablando sobre las mejoras sustanciales de protección social y la reducción de la desigualdad durante la última década y media, Maduro manifestó que «en la época en la que yo era sindicalista no había ni un solo programa para proteger la educación, la salud, la vivienda y los salarios de los trabajadores. Era el reino del capitalismo neoliberal. Hoy en Venezuela, es la clase obrera la que sostiene la estabilidad política de la revolución: es el país donde los ricos protestan y los pobres celebran su felicidad social».

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Las protestas en Venezuela han sido originadas por la alta inflación, que alcanzó un máximo de 57% pero ha descendido ahora a una tasa mensual de 2,4% así como la escasez de bienes de primera necesidad subvencionados y que en algunos casos son introducidos de contrabando en Colombia y vendidos a precios mucho mayores. Los líderes de la oposición acusan al gobierno de mala gestión.

La reciente relajación de los controles sobre la moneda parece haber tenido un efecto positivo y la economía continua creciendo y la tasa de pobreza continua disminuyendo. Sin embargo, los índices de asesinatos, que han sido uno de los objetivos de las protestas, continúan entre los más altos del mundo.

Alrededor de dos mil doscientas personas han sido detenidas (ciento noventa continúan arrestadas) durante los dos meses de revueltas en los que los líderes de la oposición llamaron a «encender las calles con la lucha» y en las elecciones municipales del pasado Diciembre los seguidores de Maduro incrementaron su distancia sobre la oposición en un 10%.

Hay un fuerte debate en torno a la responsabilidad de las muertes. Se ha confirmado que la policía o las fuerzas de seguridad han sufrido ocho bajas; cuatro activistas de la oposición (y un manifestante pro-gubernamental) perdieron la vida debido acciones de la policía. Varios policías han sido arrestados por este motivo. Otras siete personas han muerto a manos de activistas pro-gubernamentales de los «colectivos» y otras trece personas perdieron la vida debido a las acciones de simpatizantes de la oposición en barricadas callejeras.

A la pregunta de cuánta responsabilidad por los asesinatos corresponde al gobierno, Maduro respondió que el 95% de las muertes fueron debidas a «grupos de extrema derecha» en las barricadas y puso como ejemplo a tres motoristas que murieron debido a un cable tendido de lado a lado de una calle por los manifestantes. Maduro declaro que ha establecido una comisión para esclarecer cada uno de los casos.

El presidente venezolano manifestó que los medios de comunicación globales se han acostumbrado a promover una «realidad virtual» de un «movimiento de estudiantes que es reprimido por un gobierno autoritario», «¿Qué gobierno no ha cometido errores políticos o económicos? Pero, ¿justifica esto quemar universidades o derrocar a un gobierno elegido democráticamente?»

Las protestas que han sido lideradas con frecuencia por estudiantes y se han producido mayoritariamente en zonas acomodadas, han incluido incendios provocados en edificios del gobierno, universidades y estaciones de autobús. El número de participantes en las manifestaciones más recientes ha disminuido desde que en Febrero se produjeran manifestaciones de varios cientos de miles de personas y se han restringido últimamente a reductos de la oposición como el estado de Tachira en la frontera con Colombia.

Uno de los más significados líderes de la oposición, Leopoldo López, que participó en el golpe del 2002 y dos alcaldes de la oposición han sido arrestados y acusados de incitación a la violencia. Otra partidaria de las protestas, María Corina Machado ha sido relevada de su puesto en el parlamento.

Maduro ha insistido en que esto no es «criminalizar la disensión». «La oposición tiene garantías totales y derechos. Tenemos una democracia abierta. Pero si un político comete un crimen, llama al derrocamiento de un gobierno legítimo y usa su posición para bloquear calles, quemar universidades y transportes públicos, los tribunales actúan». Los críticos, sin embargo, consideran que los tribunales están politizados.

El mes pasado, el secretario de estado de los EEUU, John Kerry, declaró que Venezuela está librando una «campaña de terror» contra sus propios ciudadanos. Sin embargo, la Organización de Estados Americanos, Unasur en Sudamérica y los estados pertenecientes a Mercosur apoyaron al gobierno de Venezuela y apelaron al diálogo político.

Cuando se le preguntó al presidente de Venezuela sobre la evidencia de la implicación norteamericana en las protestas, Maduro respondió: «¿no son cien años de intervención en Latinoamérica y el Caribe suficientes: contra Haití, Nicaragua, Guatemala, Chile, Granada, Brasil? ¿No es suficiente el intento de golpe de estado de la administración Bush contra el Presidente Chávez? ¿Por qué tienen los Estados Unidos 2.000 bases militares en el mundo? Para dominarlo. Le he dicho al Presidente Obama: nosotros ya no somos su patio trasero».

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Maduro señaló que la evidencia de la implicación pasada y presente de los EEUU en Venezuela se encuentra en las comunicaciones recogidas por Wikileaks, las revelaciones de Edward Snowden y en documentos del Departamento de Estado de EEUU. Estos documentos incluyen comunicaciones del embajador norteamericano en las que se esbozan los planes americanos para «dividir», «aislar» y «penetrar» el gobierno de Chávez así como los importantes fondos que el gobierno de los EEUU transfirió a la oposición venezolana durante la pasada década (algunos a través de agencias como USAID y la Office for Transitional Initiatives), que incluyen 5M$ de apoyo directo en el presente año fiscal.

Las alegaciones del presidente Maduro se producen una semana después de que se revelara que USAID financió en secreto un sitio web dedicado a redes sociales desde el que se alentó la protesta política y se apoyaron tumultos en Cuba, país aliado de Venezuela, bajo el título «asistencia para el desarrollo». Representantes de la Casa Blanca reconocieron que esos programas no son «únicamente para Cuba».

Maduro ha convocado una conferencia nacional de paz aunque los partidos de la oposición han rechazado participar por temor a que sea manipulada y resulte en un apoyo al gobierno. El presidente ha manifestado que aceptaría una mediación del Vaticano si la oposición condena la violencia. Sin embargo, rechaza las acusaciones de que tanto él como el movimiento chavista han sido demasiado polarizadores.

«Yo no creo que en una democracia la polarización sea mala. Parece que es una moda de un tiempo para acá, tratar de convertir la polarización en una enfermedad. Ojalá se polarizaran todas las sociedades democráticas del mundo. Una democracia sólo puede funcionar si su sociedad está politizada.»

«La política no es para cuatro élites, de un partido de centro izquierda y un partido de centro derecha y las élites que se distribuyen la riqueza», dice Maduro. «En Venezuela hay una polarización positiva porque hay una politización general y las grandes mayorías toman partido por las políticas públicas. Hay que aceptar que hay una polarización negativa que pretende desconocer la existencia del otro, que pretende acabar con el otro. Nosotros creemos que esta polarización negativa hay que superarla con el diálogo nacional».

Venezuela ha tenido un papel protagonista en la transformación política radical que ha experimentado Latinoamérica en la pasada década y Maduro insiste en que el proceso regional continuará. Cuando Chávez dijo en 1992 «el siglo XXI es nuestro», argumenta Maduro, «era una idea romántica. Hoy es una realidad y nadie nos la va a arrebatar».

Cuando se le preguntó sobre el referéndum celebrado en Venezuela en el año 2009 sobre si la derogación del número de veces máximo en el que el presidente puede presentarse a la reelección podría significar que él continuara indefinidamente, Maduro contestó que Venezuela tiene el derecho a reelegir candidatos previamente electos a diferencia de Europa. «En el Reino Unido, el primer ministro puede presentarse todas las veces que quiera hacerlo pero no los reyes. La reina es eterna, ¿quién la eligió?».

«El pueblo decidirá hasta cuando estaré de presidente aquí. Pero tengan la seguridad de que si no soy yo, será otro revolucionario. Lo que si va a ser indefinido aquí es el poder popular».

Información: The Guardian