En 2007 el dueño originario encontró invadido el terreno por huestes armados de Higinio Chávez, que actualmente es de Vanguardia Progresista, tribu de Héctor Serrano, secretario de Movilidad y operador político de Mancera.
Regeneración, 19 de julio de 2016.- En el sexenio de 2006 – 2012 en el gobierno de la Ciudad de México, el entonces diputado federal perredista Higinio Chávez García convenció al jefe delegacional de Tlalpan y actual oficial mayor de la Asamblea Legislativa, Guillermo Sánchez Torres, de establecer un parque ecoturístico en La Rufina.
La Rufina es un paraje privilegiado área natural protegida del Ajusco, primordial para la preservación del ecosistema de la megaurbe, y se encuentra a la altura del kilómetro 14 de la carretera Picacho-Ajusco, dentro de la comunidad de Santo Tomás Ajusco.
Como representante popular de los pueblos de esa zona rural del sur de la capital del país, Chávez García gestionó y logró incluso juntar una bolsa con recursos federales y locales para echar a andar dicho proyecto de turismo alternativo que, según pregonó en aquel tiempo, sería administrado por los propios comuneros del pueblo, bajo la tutela de la autoridad delegacional.
El asunto quedó amarrado. Sin embargo, el arranque de las obras del ecoparque coincidió con la presentación de una denuncia en la Procuraduría General de Justicia capitalina contra Chávez García, diputado local con licencia, por los presuntos delitos de despojo y tala.
En la querella presentada a principios de mayo de 2007, registrada con el número FTL/TLP/T2/00446/07-5 en la Agencia 2 de Tlalpan, a cargo entonces del fiscal Juan Antonio Urías Sandoval, el denunciante, Enrique Villegas Fabián, acusó a Chávez García de haberlo despojado por la fuerza de un predio de 2 mil metros cuadrados, justo en el paraje La Rufina, que, dijo, había adquirido cuatro años atrás, en 2003.
El 5 de mayo de 2007, Villegas Fabián encontró invadido el terreno por huestes del legislador perredista que actualmente forma parte de la corriente Vanguardia Progresista, la tribu que dirige Héctor Serrano, secretario de Movilidad y operador político del jefe de Gobierno, Miguel Ángel Mancera.
“Las personas que lo invadieron iban armadas y me dijeron que no siguiera chingando porque me iban a romper la madre”, detalló Villegas en su declaración ministerial y en un escrito dirigido al entonces presidente Felipe Calderón.
No conforme con ello, relató el agraviado, el legislador le aconsejó que ya no hiciera más escándalo, que mejor le cediera el terreno y dejara las cosas en paz. “Me dijo que tenía fuero, que no se podía proceder en su contra y que, como ya había visto, podía controlar al fiscal, al Ministerio Público, al jefe delegacional y a la PGJ”, subrayó Villegas.
Ya en 2009, cuando Chávez llegó como titular a la demarcación, el expediente simplemente desapareció. Él siguió acumulando terrenos hasta poseer una hectárea. Ahí construyó una lujosa finca e incluso vendió o donó una porción a dos de sus colaboradores para que hicieran lo propio. La vieja idea de construir ahí un parque ecoturístico fue una simple quimera.
Con información de Proceso.