Funcionarios públicos, incluso trabajadores en Los Pinos han recibido correos en los que se les solicita que entreguen sus credenciales de elector a sus jefes.
Regeneración, 26 de junio de 2018.- Todavía no empiezan las elecciones y ya se registra compra y coacción del voto, incluso en dependencias federales como Los Pinos, indicó en su columna de hoy en El Universal, el periodista Salvador García Soto.
De acuerdo con la información, burócratas han denunciado que se les presiona para que entreguen sus credenciales de elector a sus jefes inmediatos.
“Según los correos recibidos de al menos tres funcionarios del gobierno federal que pidieron el anonimato, en distintas oficinas de secretarías y hasta en Los Pinos les solicitan entregar sus credenciales para votar con presiones y amenazas de que de no hacerlo les afectaría en su contratación (sic)”, escribió García Soto. “Según estas denuncias, desde la Secretaría de Hacienda se coordina toda una operación para presionar a los funcionarios federales a votar por los candidatos del partido gobernante”.
La operación también está en la calle; una serie de reportes periodísticos sobre la compra y coacción del voto en el país, pone sobre la mesa la posibilidad de fraude electoral y la inacción de las autoridades.
A unos días de las elecciones y ante los resultados de las encuestas, la presencia de operadores electorales ha aumentado en el país, donde ofrecen dinero, activan amenazas, y entregan boletas previamente marcadas, entre otras joyas.
Se tratan de operaciones discretas o abiertamente expuestas en las que los partidos, “esencialmente los que llegan en desventaja a la recta final de las contiendas, sacan a las calles en estos momento, auténticos ejércitos de delincuentes electorales, con la desesperada misión de ganar ilegalmente los votos que no pudieron convencer en las campañas”, indicó Salvador García Soto.
Estos casos son usuales sobre todo en las zonas más pobres y marginadas donde los operadores trabajando con listas nominales proporcionadas por sus partidos, con las que identifican con “datos y direcciones, a los votantes más pobres y susceptibles de ‘vender’ su voto”.
Y exhibe el caso de Yucatán, donde una mujer fue grabada mientras ofreció dinero por intercambiar una boleta premarcada por la boleta en blanco el día de la elección, al momento que advirtió: “No se olviden que esto que harán es un delito electoral, a ustedes que son operadores nuestros nosotros podemos protegerlos, pero a la gente que lleven ustedes, no. Así es que sean cuidadosos”.
Además en Los Reyes, Michoacán, un grupo de vecinos aseguraron una camioneta que llevaba propaganda del PRD y sobres con mil pesos cada uno.
También en el Estado de México se han repartido recursos, por ejemplo en Tecámac, vecinos de la zona reportaron que “están sobornando a la gente para que voten por Meade”, con mil pesos y una despensa, bajo la promesa de aumentar el soborno 5 mil pesos más; y de no hacerlo, “se atengan a las consecuencias”.
Finalmente habla de un par de personas aparecieron desnudas, pintadas de azul y con las inscripciones “Dame tu IFE” y “Compramos tu voto”; según García Soto, se supo después que los dos sujetos eran mapaches del PAN que fueron detenidos por grupos del crimen organizado en una colonia fronteriza, donde ofrecían 500 pesos a cambio de una credencial de elector para usarla en la elección del 1 de julio.
“Los que los detuvieron los desnudaron y les pintaron el cuerpo obligándolos a caminar desnudos por las calles”, indicó.
Luego de narrar estos casos, García Soto se pregunta “¿dónde están las autoridades electorales del INE y sus OPLEs para cazar a tanto mapache que anda suelto?”.