El Premio Goldman se entrega a defensores del medio ambiente. Este año, Máxima Acuña quien lucha contra la imposición de una mina de oro es la premiada.
En 2015, Berta Cáceres, la hondureña asesinada el pasado 3 de marzo, recibió el galardón por su lucha contra el proyecto Agua Zarca.
Regeneración, 18 de abril de 2016.- El Premio Goldman reconoce a luchadores por el medio ambiente. En la edición de este año lo recibirá Máxima Acuña, campesina peruana quien desde 2011 enfrenta a la empresa Newmont, la segunda minera de oro más grande del mundo.
Máxima Acuña es un símbolo de la resistencia contra el proyecto minero Conga en Perú y en Latinoamérica. En una entrevista con agencias informativas expuso: “En 2011 nos dimos cuenta de que pocos defendemos el agua y la tierra, y a muchos que están por el oro y quieren destruir la naturaleza no les interesa la vida de sus hijos pequeños, no toman interés en el futuro de ellos, pero a nuestra familia sí”.
Máxima, de 46 años, dedicada a la ganadería, busca junto a su familia demostrar que los campesinos pueden defender sus derechos.
El terreno de su propiedad, que adquirió en 1994 y del cual guarda los documentos de compra, se localiza a 4 mil metros sobre el nivel del mar. La empresa argumenta que compró los terrenos entre 1996 y 1997. La casa de Máxima, su familia y sus cultivos han sido obstáculo para el proyecto Conga, pues se localiza en la vía de acceso a una de las lagunas que la mina intenta usar como depósito de desechos.
El proyecto Conga se ubica en la región peruana Cajamarca y significa unos 4.800 millones de dólares de inversión. Con él, se piensa obtener oro y cobre de Los Andes, secando cuatro lagunas cuyas aguas serían trasvasadas a depósitos artificiales.
En 2011, Máxima y su hija fueron golpeadas por vez primera por los empleados de la empresa cuando se negaron a desalojar el terreno. En 2012, se movilizaron a nivel regional contra la mina, el saldo fue de cinco personas muertas a manos de civiles, policía y el ejército peruano, pero se detuvo el proyecto. Posterior a ello, la empresa demandó a Máxima buscando que legalmente la desalojaran, pero el año pasado, perdieron el juicio en segunda instancia.
A Máxima le destruyeron su choza, su parcela quedó destrozada y perdió sus animales de corral, además de los golpes y agresiones que recibió a manos de la policía.
El premio Goldman, consiste en 175.000 dólares para cada uno de los ganadores, se otorga anualmente a defensores del medio ambiente. El año pasado, el Premio Goldman lo recibió Berta Cáceres, la líder indígena del pueblo lenca de Honduras que fue asesinada el 3 de marzo pasado mientras se encontraba en su hogar.
Junto a Máxima, el galardón ambiental lo recibirán también cinco activistas de Eslovaquia, Camboya, Estados Unidos, Puerto Rico y Tanzania.