El dispositivo se conecta a través de bluetooth con las tabletas inteligentes y lo puede accionar una persona con parálisis a través de un interruptor que acciona con su cabeza.
Regeneración, 27 de julio 2014.-El ingeniero biomédico mexicano Jorge Silva es el creador del dispositivo «Tecla», que ayuda a las personas con parálisis cerebral a utilizar celulares inteligentes y tabletas para poder enviar mensajes de texto y navegar.
Este dispositivo se conecta a través de bluetooth con las tabletas inteligentes y lo puede accionar una persona con parálisis a través de un interruptor que acciona con su cabeza.
El producto se lanzó comercialmente en 2011 y se vendieron 500 unidades en 14 países, como Inglaterra, Holanda, Canadá, Dinamarca, Japón y Estados Unidos.
Después creó una versión más actualizada del producto, con batería integrada, del que se vendieron 800 piezas en 20 países, a un precio de 350 dólares, es decir, cuatro mil 192 pesos.
Jorge Silva llegó a Toronto, Canadá, en 2002 para hacer sus estudios de posgrado y realizó su doctorado en el Departamento de Ingeniería Biomédica de la Universidad de Toronto.
Ha trabajado en diversas investigaciones sobre el uso de la tecnología para remover barreras que limitan a las personas con algún tipo de discapacidad.
Por estas investigaciones, recientemente recibió el reconocimiento Pionner for Change, además de haber sido incluido entre los 10 mexicanos más exitosos en Canadá, de acuerdo con la revista Latinos Magazine.
Silva trabaja desde 2008 como investigador en el Instituto para el Diseño Inclusivo (IDI), de la Universidad OCAD, en Toronto.
“La filosofía de este instituto es que las personas discapacitadas son igual que cualquier otra persona sólo que no tiene las herramientas para desarrollarse”, explicó Silva
Lo que está discapacitado, dijo, es el contexto de la persona con algún problema físico motor, no la persona en sí, y una vez que “logramos remover las barreras a través de la tecnología y de alternativas de movilidad, la discapacidad desaparece”.
“Tecla” surgió como un proyecto de investigación en el IDI, pero Jorge Silva y su socio Mauricio Meza, también ingeniero mexicano, vieron el potencial de lanzarlo comercialmente.
Información: Notimex