Por la política migratoria de los Estados Unidos, México se ha visto “presionado” para evitar que más personas intenten llegar a la frontera norte y cruzar a territorio estadounidense.
A los niños migrantes no se les ofrecen condiciones de asilo o refugio en México y no se les explica ni siquiera su derecho a esta condición.
Regeneración, 31 de marzo de 2016.- En el informe “Puertas cerradas: el fracaso de México a la hora de proteger a niños refugiados y migrantes de América Central”, la organización Human Rights Watch (HRW), expone los fallos de las autoridades del país en la atención y protección a niños migrantes detenidos en su andar por territorio nacional.
HRW dijo que aunque la legislación de México señala que a los menores hay que realizarles una valoración para conocer sus necesidades de protección, en la mayoría de los casos ni siquiera se les informa sobre su derecho a tener asilo humanitario.
Según el autor del informe, Michael Bochenek García, “la respuesta de los agentes es detenerlos y empezar el proceso de deportación, de devolver a estos niños a sus países de origen”.
El informe indica que desde que el país vecino, Estados Unidos, presionó a las autoridades mexicanas para que detuviera a migrantes y así combatir las llegadas a la frontera estadounidense, la cifra de menores detenidos en México ha crecido constantemente. Tan solo en 2013, 9 mil 600 niños fueron detenidos y el año pasado, la cifra alcanzó los 36 mil menores.
Solo uno de 61 menores migrantes, dijo en entrevistas con HRW que las autoridades mexicanas, le habían informado sobre su derecho a pedir reconocimiento como refugiado. Algunos más, mencionaron que por el contrario, los agentes de migración les “informaron” sobre largas esperas para ser atendidos, además no recibieron ningún tipo de información donde se les explicaran sus derechos para pedir asilo.
Bochenek dice que “la ley mexicana, sobre el papel, es excelente” pero en la práctica, no sirve.
“No están cumpliendo la Ley, y en cuanto a por qué hacen eso, es una pregunta abierta. No hay duda de que ahorrar trámites es un incentivo”.
Recalca que el problema es más severo en el sur del país, ahí se realizan la mayoría de detenciones de menores, mismos que son enviados a refugios gestionados por agencias del gobierno, pero en muchos de los casos los niños se quedan retenidos esperando la deportación.
Muchos de los menores emigran por cuestiones económicas o para salvar su vida de hogares violentos, pandillas que controlan barrios y lugares en El salvador, Honduras y Guatemala, el llamado Triángulo del Norte.
Se cree que la mayoría de menores intenta llegar a los Estados Unidos para “mejorar” sus condiciones de vida, sin embargo, en México su camino se ve detenido y sus derechos humanos son quebrantados.
Con información de Sin Embargo.