problema crítico en su población:la pobreza de sus ciudadanos mayores a 64 años de edad», declaró Joseph Stiglitz, premio Nobel de Economía 2001. Dos de cada tres personas adultos mayores no cuentan con ahorros suficientes para llegar a una jubilación digna, aseguró, al participar en la 25 Convención de Aseguradores de México.
México «está entre los países que tienen uno de los mayores niveles de pobreza de adultos mayores», apuntó.
Cerca de 8.6 millones de personas en ese grupo de edad, que representan dos tercios de los adultos mayores, no cuentan con ahorros para una pensión digna, mientras que un tercio, poco más de 4 millones de personas, viven en condición de pobreza, dijo.
Es importante, consideró, atender este problema crítico
, dado que es un factor importante de que aumente la desigualdad, como sucedió en Estados Unidos tras la crisis financiera de 2008.
Mencionó que hay una ley propuesta en México para dar una pensión a aquellos que no la tienen. Esa legislación fue propuesta por el actual gobierno. El problema, retomó Stiglitz, es que en México existen muchas limitantes en el presupuesto, y esto ha sido cierto desde la caída del precio del petróleo.
Una de las medidas adoptadas por el gobierno del presidente Enrique Peña Nieto para compensar la caída de ingresos petroleros por el desplome de los precios fue un recorte preventivo
del gasto público de este año por 124 mil millones de pesos. Como parte de las acciones, la administración dispuso que no se incrementara el número de adultos mayores que reciben una pensión.
También tenemos algunas preocupaciones que un programa mal diseñado pudiera aumentar el problema dentro de la informalidad, que no nada más afronta México, sino que también muchos otros países americanos tienen
, comentó Stiglitz.Entonces, necesitamos fomentar el ahorro privado. Una manera importante a través de las cuales pueden promoverse estos ahorros privados es que los individuos conozcan los riesgos a los que se enfrentan
, consideró.
En México, uno de los problemas importantes, e igualmente ocurre en muchos otros países de América Latina, es la informalidad excesiva.Hay que diseñar una política y tener mucho cuidado para poder reconocer que una gran parte de la población está dentro del sector informal y que la política está enfocada nada más al sector formal y entonces va a quedar un amplio sector de la población que no esté dentro de esa política
, dijo.
Al mismo tiempo, añadió, hay que reconocer que esta política mal diseñada puede hacer que aumente la informalidad. “Estamos aquí para buscar el equilibrio adecuado. Asegurarnos de que los programas lleguen a los sectores informales, pero asegurarnos –al mismo tiempo– de que cuando no lo hacen así están alentando la informalidad porque hay que hacer que la gente forme parte del sector formal para que pueda crear las estructuras para un crecimiento económico y los beneficios del desarrollo económico del país”, planteó.
(Con información de La Jornada)