México usa 91 agroquímicos “altamente peligrosos”

porSustancias prohibidos en otros países porque su nivel de toxicidad puede producir efectos crónicos en la salud en el largo plazo, provocar daños reproductivos o mutagénicos, son posibles carcinógenos y afectan al medio ambiente.

Regeneración, 23 de mayo del 2015. «De acuerdo con el director de la Red de Acción sobre Plaguicidas y sus Alternativas en México (Rapam), Fernando Bejarano González, los químicos que se venden en el mercado mexicano se han dejado de emplear en la Unión Europea y otras naciones, debido a que también pueden ser tóxicos persistentes bioacumulables, causar intoxicación, afectar organismos acuáticos, insectos benéficos, como las abejas, e incluso contribuyen a la destrucción de la capa de ozono», de acuerdo a lo publicado por Imágen Agreopecuaria, en un documento elaborado por Ernesto Perea .

En las parcelas mexicanas un grave problema es que los trabajadores agrícolas, principalmente jornaleros, no usan el equipo requerido para aplicar los químicos, pero en todo caso, éste resulta inadecuado para zonas con altas temperaturas donde portar un traje de “astronauta” es impensable.

Los plaguicidas prohibidos en otros países circulan por los campos agrícolas mexicanos y se derivan de alrededor de 782 ingredientes activos, que sirven para procesar más de 5 mil 600 formulaciones comerciales, de acuerdo con Bejarano.

El paraquat, por ejemplo explica, es un herbicida muy usado, cuya molécula la ingresó la empresa suiza Syngenta pero “no se puede vender ni en Suiza ni en la Unión Europea y está prohibido en 34 países”. Recientemente fue nominado para incluirse en un anexo del Convenio de Rotterdam, con lo que se implementaría un mecanismo de notificación de países exportadores a importadores. Sin embargo, algunos países como Guatemala, Paraguay, India, Indonesia y Sudán se opusieron a esta recomendación de un panel de expertos; México se abstuvo.

Según Bejarano las empresas productoras hicieron una campaña con los gobiernos para que esta nominación no procediera, “el problema es que la industria transnacional ejerce una influencia desmedida sobre las autoridades de Sagarpa y también influye en Cofepris para que permitan que la población se exponga innecesariamente a plaguicidas altamente peligrosos y no se proceda a cancelarse su registro y a implementar una política alternativa agroecológica”.

Las lista de agroquímicos prohibidos en otros países, pero autorizados en México es basta.

Algunos ejemplos, referidos por Rapam, son: la atrazina está prohibida en 30 países; el azinfos metílico en 36; el benomilo en 32; el captafol en 61; el carbarilo en 32; el carbofuran en 38; el carbosulfán en 31; el cloropicrina en 33; en diclorvos en 30 y el dicofol en 36; el disulfuton en 37; el fosfamidón en 46; el metidatión en 34; el monocrotofós en 56; el paratión metílico en 25 y el pentaclorofenol en 57.

El Bromuro de metilo, que se usa como fumigante de suelos en pre-siembra y granos almacenados y que la FAO señala es un “reconocido destructor de la capa de ozono”, que se aplica en el cultivo de la fresa, este año deberá dejar de usarse en México, de acuerdo con el Protocolo de Montreal.

El Rapam indica que el lindano, cuyo registro debe cancelarse por estar en la lista del Convenio de Estocolmo, aún aparece en página Cofepris y el endosulfán se encuentra en una situación similar, al estar en el Convenio Estocolmo. En este último caso Cofepris no autoriza importaciones desde enero 2013 y hay dos años de gracia para acabar inventarios.

Otro agroquímico es el pentaclorofenole, el cual se usa para la conservación de la madera y acaba de entrar a convenio de Estocolmo por ser un producto tóxico persistente bioacumulable. En México se maquila, pero “tiene los días contados”, ya que en este caso el gobierno de México no se opuso a la recomendación de comité de expertos, puntualizó Bejarano.

Sin embargo, acota Bejarano, existe un plazo de cinco años para el retiro de dicha sustancia, que puede renovarse hasta diez, pero México debería empezar ya a cancelar su registro y no prolongar su uso, sino restringirlo inmediatamente y hacer un estudio a fondo, ya que en su proceso de fabricación puede estar contaminado por dioxinas, otro compuesto orgánico persistente, que se bioacumula en la cadena alimenticia, como en la leche materna y es altamente carcinógeno.

El experto apunta que en el caso del endosulfan se supone que a partir de este año ya no debe usarse. Mientras que el lindano (que se usaba contra piojos) y el dicofol están siendo analizados por un comité de expertos.

Para Fernando Bejarano el problema es que las autoridades no informan de estas decisiones internacionales y ni los productores ni los consumidores se enteran porque en el DDT dejó de usarse o qué pasa con el lindano o el endosulfan, y si alguien lo ofrece en el mercado lo compran sin conocimiento de sus efectos, incluso hay un probable potencial de generar un mercado negro.

Efectos sin registro

En un estudio de la Secretaría de Salud se señala que “de acuerdo con la Organización Mundial de la Salud, en los países en desarrollo, incluido nuestro país, los plaguicidas causan un millón de casos de intoxicación y cerca de 20,000 muertes anualmente (OMS, 1990). En México, donde gran parte de la población está involucrada con el sector agrícola, no se cuenta con un programa de vigilancia epidemiológica de intoxicación aguda por agroquímicos. Adicionalmente, los proveedores de la salud, generalmente, desconocen aspectos relativos a las intoxicaciones por agroquímicos”.

Pero de acuerdo con Rapam cuando se hizo este reporte sólo se registraban los casos más severos ingresados a los hospitales y hay un gran sub-registro de los casos reales no reportados. Además, agrega, el 99 por ciento de los casos de intoxicación ocurre en los países en desarrollo.

Respecto a las etiquetas –que indican índice de toxicidad con colores–, el experto considera que la información que contienen es insuficiente y solo se basa en efectos a corto plazo, no incluye efectos crónicos y de largo plazo

Sin paraquat aumentaría costo de cultivos y alimentos: empresarios

La visión de algunas empresas mexicanas aglutinadas en el Consejo Nacional Agropecuario (CNA) es opuesta a la cancelación del uso de agroquímicos como paraquat, incluso consideran un “logro favorable” que este herbicida no se haya incluído como producto sometido a un procedimiento de Consentimiento Informado Previo (PIC), durante la séptima conferencia de las partes del Convenio de Rotterdam (COP7) en la cual se sometió a votación de los países miembros.

En su boletín informativo el CNA lo justifica de la siguiente manera: “el Paraquat es un herbicida de contacto que ha sido utilizado exitosamente durante casi 50 años para controlar efectivamente la hierba anual y perenne en una amplia variedad de cosechas. Este herbicida en México, como en otros países, tiene comprobados beneficios económicos, sociales y agronómicos y de haberse incluido en la lista PIC hubiese distorsionado la estructura de precios finales al agricultor y/o constituirse en un obstáculo al libre acceso o comercialización de un producto necesario para proteger los cultivos que son base alimentaria del país”.

Detalla que “previó al evento COP7, un mes y medio antes, el CNA identificó que de incluirse el Paraquat en la lista PIC provocaría un impacto negativo económico y social en el sector agrícola de México. Por lo anterior, se conformó un frente común entre la agroindustria de protección a los cultivos nacional y multinacional, agricultores y el CNA para sensibilizar al gobierno de México tomar decisiones informadas ante la votación y permitir mantener a paraquat en el mercado bajo la regulación ya existente”.

Apunta que durante el mes de abril y principio de mayo, el organismo cúpula del sector agrícola mexicano y industria de protección a los cultivos sostuvieron diversas sesiones de trabajo con autoridades de las secretarías de Economía; de Agricultura, de Salud, de Seamarnat, además de organismos como el Senasica y Cofepris, donde expusieron”la profunda preocupación de que millones de agricultores de México que usan el paraquat (producto necesario para proteger los cultivos que son base alimentaria del país y que mejoran el rendimiento de sus cosechas) sea incorporado dicho herbicida en el listado PIC, lo que originaría un impacto negativo e irreversible para el campo mexicano”.

El CNA argumentó “que los productores de México usan el paraquat y dependen de sus propiedades y bajo precio para asegurar la eficacia del control de malezas y mejores rendimientos en las cosechas. Este insumo agrícola es utilizado principalmente por productores de granos básicos y por productores de subsistencia, dedicados principalmente a cultivos de maíz y frijol, entre otros, pilares de la seguridad alimentaria de muchos países del continente; sin el Paraquat disponible o con nuevas restricciones los costos de los cultivos y de los alimentos se incrementarían. De igual forma, el sector agroindustrial formulador perdería cuantiosas sumas en producción y exportaciones, y todo esto provocaría un impacto negativo económico y social”.

Así de acuerdo con el CNA,de una postura original del gobierno federal en el mes de abril, liderada por dependencias de medio ambiente y de salud en México, de manifestar abiertamente al Grupo del CNA que no se opondrá a la inclusión del paraquat en el Anexo III y que su voto dependería en base a los trabajos de la reunión del Grupo de América Latina y el Caribe (GRULAC) celebrada en Montevideo Uruguay el mes pasado, se logró “sensibilizar” a nuestra autoridades para que la Secretaría de Economía, Sagarpa y Senasica apoyarán al CNA, agricultores e industria no incluir el paraquat en el Convenio. En tal sentido, México en la COP7 no votó a favor de la inclusión del Paraquat en la lista PIC recientemente en Ginebra, Suiza y decidió abstenerse.

En tanto se da este debate, 91 agroquímicos altamente peligrosos siguen aplicándose en el campo de México.

Fuente: Imagen Agropecuaria