¿Cómo entender la violencia a la que se enfrenta un gobierno totalmente distinto a los anteriores?
Por Gonzalo Ballesteros
Me parece que esta es la pregunta más importante al día de hoy, más cuando pareciera ser que la prensa conservadora (prensa pagada por interés de particulares) ha logrado un objetivo: descalificar al presidente en materia de violencia e inseguridad a sus escasos 140 días de gestión.
La concepción que tengo de estos enemigos no se reduce a la simple oposición en los sectores políticos o empresariales, sino a una compleja red de tácticas y estrategias de miedo con actores que buscan crear escenarios de terror e inestabilidad.
Esta compleja red ha sido asesorada desde los ochentas por cuerpos de seguridad extranjeros con adiestramiento en materia de operaciones de limpieza social; exterminio de comunidades; y desplazamiento de pueblos. A exmilitares y delincuentes, se les ha proporcionado equipo táctico- militar que ni el propio ejercito mexicano ha tenido. Se les ha apoyado con servicios de inteligencia, espionaje y logística, así como técnicas de tortura y terror psicológico, que son grabadas en videos y subidos a la internet con el propósito de fomentar un miedo profundo, un miedo que paraliza, un miedo que fluye en el cuerpo social para hacernos inmóviles. Estos grupos de terror también han contado con la información de mapas y cartografía de las rutas que satélites y drones construyen con datos de nuestro territorio en pleitesía de los antiguos gobiernos neoliberales. Y han sido financiados a manos llenas con dinero ilícito que no solo viene de México sino del extranjero.
Frente a todo esto, resulta bastante lógico el uso de una nueva fuerza como es la Guardia Nacional, ya que nos enfrentamos a sicarios que causan miedos profundos y alimentan las lógicas de dominación y control con el tráfico de drogas, personas y armas.
Sumemos a este contexto, el discurso político de “la división”, “la ineficiencia” e “incapacidad” del nuevo gobierno como otra arma psicológica de inestabilidad. Pues lo que tenemos como resultado es la Guerra de guerras: operaciones de desestabilización por todos los medios posibles para desgastar y decapitar el inicio del proceso de la Revolución de Conciencias.
Hoy el enemigo ya no está en la presidencia, sino en cada usurpador que vendió nuestro país a interés particulares.
Recordemos que la ausencia de paz es la presencia de guerra, una guerra de baja intensidad, una guerra por otros medios, una guerra no convencional.