«Para la Iglesia Católica todo bautizado está de acuerdo con sus doctrinas, y utiliza la cifra para imponer sus puntos de vista en la legislación y conseguir privilegios» explica el portal de la iniciativa ‘Apostasía Colectiva’
Regeneración, 10 de agosto de 2018. Miles de argentinos que fueron bautizados en la Iglesia católica están haciendo largas filas para renunciar a la institución religiosa pues no se sienten representados por ésta.
Al proceso se le llama apostasía, darse de baja de la Iglesia como institución, puede solicitarse aunque uno sea creyente, y los argentinos la están llevando a cabo de manera colectiva.
De acuerdo con la iniciativa «Apostasía Colectiva» que proporciona instrucciones sobre cómo darse de baja: «para la Iglesia Católica todo bautizado es católico, está de acuerdo con sus doctrinas, y por lo tanto utiliza la cifra de bautizados (muy alta porque el bautismo se transformó en una cuestión cultural) para imponer sus puntos de vista en la legislación y conseguir privilegios».
La Coalición Argentina por un Estado Laico (CAEL) fue la que convocó a esta iniciativa. Uno de sus integrantes, Fernando Lozada, dijo a Página 12:
«Para quien no está representado por la Iglesia es un acto de desafiliación tal como si, a una edad temprana, nos hubiesen anotado en un club o en un partido político con el que no coincidimos».
Esta manifestación de protesta contra las autoridades religiosas cobró más fuerza a raíz de la reciente desaprobación del Senado argentino para legalizar el aborto, lo cual tenía el propósito de erradicar el aborto clandestino y las muertes de mujeres que tienen que recurrir a éste.
En un comunicado previo, esa coalición señaló que la separación entre religión y Estado «es fundamental» para que todos los ciudadanos tengan «un piso de igualdad» sin importar «las creencias y convicciones que puedan tener».