Moisés Miranda y la lucha de los Artistas a Cielo abierto del Jardín Centenario en Coyoacán ante el ordenamiento neofascista de Giovani Gutiérrez. #Latradiciónsequeda (Primera parte).
Por Alexandro Guerrero
RegeneraciónMx.- En términos de tradición, el arte a cielo abierto en Coyoacán siempre, hasta en el caso de las referencialidades de la tele y los mass media, ha resaltado por su importancia psicogeográfica, por su razón de ser con, por y para el público de a pie generación tras generación. De aquella televisión de la cultura de las telenovelas a finales de los ochenta, algunas incluso de buena manufactura como esta, recuerdo: “La casa al final de la calle” (Jorge Fons. Televisa. 1989). Ahí se difundía masivamente el arte popular, el de la plaza. Se rendía homenaje a la figura del mimo en Coyoacán. Vaya gran diferencia a la lógica neoliberal a ultranza de nuestros días en Coyoacán donde Giovani Gutiérrez, alcalde actual de la demarcación, cercena y persigue tan espléndido quehacer. Se promovía antes de la lógica excluyente y de repartición del espacio público entre particulares como menciono, esa magia, ese patrimonio cultural intangible, los derechos culturales. Muy interesante recordar al desaparecido y extraordinario actor Eduardo Palomo justo interpretando a un mimo de Coyoacán, personaje que se disputaba el amor de la protagonista, una actriz encarnada por Leticia Calderón. Su némesis (del personaje del mimo), el espléndido y referencial José Alonso quien representaba a un director de teatro de foro, no de calle, que propinaba todos los sufrimientos posibles y reproducía todos los clichés y relaciones de poder tipo vaca sagrada del ex FONCA, mientras transcurría un conflictivo proceso de montaje, de amor y de suspenso dentro de la telenovela con guion de José Antonio Monsell.
Moisés Miranda, patrimonio de la cultura de nuestra ciudad y de nuestro país, precisamente como mimo y artista de la calle fue contactado por Palomo para ser su discípulo en preparación del personaje de aquella serie televisiva.
Es sabido que la popularidad de Giovani Gutiérrez va en picada en nuestra demarcación. De hecho se dan en estos días, oleadas de encuestas telefónicas de origen desconocido preguntando por la gestión del magnate papelero. Como artista escénico, como vecino y como estudiante en su momento y académico en las distintas escuelas y foros de Coyoacán, observo lo inadmisible de estas políticas dentro de lo que no puede dejar de ser, la alcaldía cultural del país. Su auge y su memoria, habita los imaginarios colectivos tal como los entremeses cervantinos en Guanajuato o el Festival de calle de Zacatecas.
Hoy en Coyoacán se está socavando la actividad y los derechos culturales de la ciudadanía, de colectivos de artistas, se desprecia su invaluable trabajo, su tradición. Las autoridades espetan de manera fatua que “la calle no genera derechos”, por supuesto que no los genera por que no convienen a sus intereses y no logran obtener pingües ganancias.
Moisés Miranda platica para RegeneraciónMx en medio de las jornadas de resistencia que tienen lugar entre las 12 y las 20 horas. de forma ininterrumpida cada domingo en el Jardín Centenario y que tienen el objetivo solicitar a la ciudadanía su firma para manifestar un rechazo contundente a estas medidas, a este atentado a la cultura popular por parte de Gutiérrez. Tienen prohibido pasar la gorra, se ha implementado un operativo punitivo execrable por parte de la Alcaldía.
A.G. ¿Qué está pasando en Coyoacán?
M.M. Te voy a decir lo que no está pasando. La Alcaldía no está dejando que los niños sean felices con los payasos, que las fibras más íntimas del ser humano se alegren con la música. No está pasando que la tradición de 36 años, arte público, democrático, popular a cielo abierto tenga continuidad. No está pasando que estos artistas lleven el sustento a su casa. Que las niñas y los niños dejen de ver artistas en las plazas públicas, rompiendo la inspiración y una posible vocación como futuros artista de la comunidad y no sólo de televisión o cine. No sólo de consumo.
A.G. ¿Quién eres?
M.M. Soy un ser humano que me manifiesto a través de las artes. Pintura, cine, literatura, soy un creador, un creador a cielo abierto.
A.G. ¿Cuál es tu historia de lucha?
M.M. Llego en 1985 a Coyoacán tras un trauma social, el terremoto en el centro de la Ciudad, había tristeza en todos sentidos. En Tacuba, en metro Allende yo comandaba 20 mimos. Zona Rosa y Alameda también. He conformado siempre organizaciones para defendernos de los abusos y hacer respetar nuestros derechos.
En 1980 nace la tradición en Chapultepec, entonces éramos “Artistas independientes del Bosque de Chapultepec” en esos tiempos las autoridades nos reprimían, nos despojaban de nuestras pertenencias. A mí me encarcelaron de forma clandestina varios días, fui torturado y salí más enojado que nunca, pensé desde entonces en seguir la lucha por el arte público. Llego a Coyoacán tras el colapso social del 85, la gente necesitaba armonizarse. Yo esperaba que saliera la gente de misa y efectuaba una misa artística, no para contener el espíritu como lo hace la iglesia si no para liberarlo con el arte público. Nosotros llegamos antes del perredismo, le dimos oportunidad a Pablo Gómez en aquellos años de que expresara la lucha democrática en la plaza. El PRD años después en la administración de Heberto Castillo se inventó una remodelación para sacarnos. Hemos tenido muchos problemas.
Logramos llevar a cabo cuatro festivales de artistas a cielo abierto de Coyoacán con el apoyo a veces escueto de las autoridades de entonces, queremos el quinto. Las autoridades están negadas a que sigamos creciendo en nuestra aportación al arte público. Por ley un festival que tiene ya cinco emisiones debe ser apoyado económicamente.
CONTINUARÁ…
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