Lucile Randon, nombre de nacimiento de Sor André, obtuvo el título como la persona más longeva del mundo en abril del 2022.
Regeneración Mx, 18 enero 2022. En la madrugada del martes 17 de enero de este 2023, el portavoz de la casa de retiro, Sainte Catherine Labouré, anunció a la agencia de noticias AFP que la muerte de Sor André sucedió mientras dormía.
Lucile Randon, nació en 1904 en la ciudad francesa de Alés, si bien nació en una familia de protestantes, por decisión propia decidió bautizarse a los 26 años y tomar los hábitos con las hermanas de la caridad a los 41 años.
Este próximo 11 de febrero, la mujer declarada decana de la humanidad, cumpliría 119 años, según declaraciones del alcalde de Toulon.
Hermana André: Más de un siglo de vida
Al convertirse en la mujer más longeva de la humanidad, la hermana André estuvo en el foco público, decenas de periodistas y personas de distintas partes buscaban poder entrevistarse con ella.
En una de las múltiples entrevistas ofrecidas a los medios franceses, la Hermana André mencionó que había visto pasar a 19 presidentes franceses, además de experimentar ambas guerras mundiales.
De acuerdo con lo expresado por periodistas y personajes que solían visitarla, la Hermana André gozo de una perfecta memoria hasta el final de sus días, lo que le permitió poder compartir recuerdos de sus años de juventud.
“Me gustabá visitarla regularmente y apreciaba su humanidad, espiritualidad, pero también su sentido del humor y relevancia para nuestro tiempo (…) Había evolucionado con su tiempo, era increíblemente moderna y me dijo directamente cómo se sentía acerca de este nuevo siglo.”
Expresó Hubert Falcon alcalde de Toulon.
El alcalde, quien era una de las figuras públicas que más frecuentemente la visitaban menciono en su cuenta oficial de Facebook
“La humanidad está perdiendo a su decano esta noche (…) En cuanto a mí, pierdo a una mujer que amaba profundamente”
Se puede leer en el comunicado del alcalde.
En alguna entrevista mencionó “Dios no me escucha, debe estar sordo”, respecto a su deseo por morir pronto.
“Sabe usted, no es bello ser viejo, porque a mí me gustaba ocuparme de los otros, hacer danzar a los niños y ahora ya no puedo»
dijo en entrevista Lucile.
Durante sus últimos años de vida, la religiosa había perdido la vista y se movía con ayuda de una silla de ruedas.